El Ministerio de Finanzas, Jaled al Mabrouk, acusó al primer ministro paralelo, Fathi Bashaga, de la "apropiación ilegal" de 19 millones de dinares libios (3,4 millones de euros) que presuntamente fueron trasferidos a las cuentas de Haftar.
Libia se encuentra inmersa en una nueva lucha de poder desde la designación en febrero de Bashaga como jefe del Ejecutivo en oposición a Abdulhamid Dbeiba del GUN, el último consensuado en febrero de 2021 con el patrocinio de la ONU.
Bashaga ha intentado sin éxito hacer su poder efectivo con intentos de entrada a la capital, Trípoli, que ha derivado en enfrentamientos entre milicias.
Dbeiba ha seguido ejerciendo de primer ministro, mientras Bashaga estableció su Gobierno en Sirte, en el centro costero del país, y ha mantenido contactos con diplomáticos internacionales sin que por el momento le hayan reconocido oficialmente.
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La misión especial de la ONU en Libia (UNSMIL) insiste en celebrar comicios para sacar a Libia del nuevo impás político y legitimar un Ejecutivo central en un país con sucesivas luchas de poder y dos guerras civiles desde la revolución de 2011 que derrocó el régimen de Muamar Gadafi.
Haftar, hombre fuerte del este del país que controla esta zona a través de una red de milicias, ha buscado imponer su liderazgo, tanto militar como políticamente, y anunció su candidatura para las elecciones del pasado mes de diciembre, que fueron finalmente pospuestas sine die.