"Va a llevar tiempo. Si uno escucha a los que saben cuánto gas hay en las tuberías y cuánto tiempo pasará hasta que baje la presión, la realidad es que puede tardar una semana o catorce días hasta que la zona esté lo suficientemente tranquila", dijo Bødskov en declaraciones a la agencia danesa Ritzau, después de una reunión en el cuartel general de la OTAN en Bruselas.
Bødskov se entrevistó allí con el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, quien en su cuenta de Twitter habló de "sabotaje" y reveló que habían discutido sobre la protección de la infraestructura crítica de los países de la OTAN.
Las tres fugas ocurrieron en aguas internacionales: dos en la zona económica exclusiva danesa y una en la sueca.
Según informó hoy la Guardia Costera sueca, el flujo de gas en la zona continúa con la misma fuerza que ayer, al contrario de lo que afirma la Dirección General de Energía danesa.
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"Sigue saliendo mucho gas de las tres fugas. Parece que hay una pérdida de presión en las tuberías y, por eso, sale menos gas que ayer. Y esperamos que siga siendo así los próximos días", dijo el director de ese organismo, Kristoffer Böttzauw
Las primeras ministras danesa, Mette Frederiksen, y sueca, Magdalena Andersson, habían apuntado anoche a que las fugas son resultado de un "acto intencionado" y descartaron que se pueda tratar de un accidente.
Ninguna de las dos quiso especular sobre el posible motivo ni autor y ambas resaltaron la gravedad del incidente, aunque se haya producido en aguas internacionales, por lo que no se puede hablar de un ataque directo.
Las conclusiones de las autoridades de ambos países, que siguen recabando información sobre el tema, se basan sobre todo en las mediciones realizadas por sus servicios sísmicos nacionales, que detectaron explosiones cerca de donde se produjeron las fugas.
Horas antes de las declaraciones de Bødskov, la Dirección General de Energía de Dinamarca elevó la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico al segundo nivel más alto, lo que implica que se aumentará la seguridad en plantas, edificios e instalaciones.
Suecia también ha adoptado medidas similares, al igual que la vecina Noruega, principal exportador de gas y petróleo de Europa occidental, aunque no tiene territorio costero en el Báltico.
El Nord Stream 1 interrumpió los suministros hace semanas tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún operaba.
El Nord Stream 2 nunca estuvo en funcionamiento, ya que Alemania suspendió el proceso de autorización a raíz del reconocimiento por Moscú de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás.
