El comisionado explicó en un comunicado que ya se están llevando a cabo conversaciones sobre este problema con las autoridades de Islas Turcas y Caicos, un territorio británico de ultramar.
El diálogo comenzó tras la solicitud de apoyo para controlar la escalada violenta hecha por el gobernador de ese archipiélago, Nigel Dakin, al Gobierno jamaicano, explicó Anderson.
El mes pasado, las Islas Turcas y Caicos, con una población de unos 48.000 habitantes, registraron un gran aumento de la delincuencia y la violencia, con 14 asesinatos notificados.
Para el criminólogo jamaicano Jason McKay, el hecho de que el Gobierno del archipiélago esté lidiando con un incremento de la actividad de las bandas relacionadas con Jamaica demuestra la gravedad del problema en ese país.
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A su juicio, el Gobierno jamaicano debería ofrecer asistencia a las Islas Turcas y Caicos y aprovechar la oportunidad para recopilar información sobre los delincuentes jamaicanos en ese territorio británico de ultramar.
En Jamaica, el número de personas asesinadas durante los primeros nueve meses de este año asciende a 1.171, según las cifras publicadas por la Fuerza de Policía de Jamaica (JCF).
El número de asesinatos hasta el comienzo de este mes es 85 más que hasta las mismas fechas de 2021 y, en concreto, en el distrito de Saint James (noroeste), se han investigado 160 casos, frente a los 116 homicidios registrados en el mismo periodo del año pasado.
Ante la escalada de la violencia y la criminalidad, el Gobierno de Jamaica tuvo que declarar en junio pasado el estado de emergencia pública en el importante distrito de Saint Catherine, que limita con la capital Kingston.