"Lo que sucedió en la prisión de Evin fue un crimen cometido por unos pocos agentes enemigos", dijo Ejei y ordenó a los responsables de la Organización Penitenciaria y al centro de Inteligencia del Poder Judicial, que en cooperación con los agentes de seguridad identifiquen a los principales autores del crimen y que los presenten a la fiscalía, informó la agencia local iraní de noticias ISNA.
Ejei, que pronunció su discurso en una reunión del Consejo Supremo del Poder judicial, calificó también de "intervencionistas" las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre las protestas en el país.
Biden afirmó el sábado que el Gobierno iraní es "opresivo" y aseguró estar "impresionado" con las mujeres del país persa por sus protestas contra el régimen.
"Es muy divertido y ridículo que el presidente estadounidense, con su vasto historial de varias décadas de crímenes contra los seres humanos en todo el mundo y especialmente en contra del pueblo de Irán, hable así en contra de Irán", dijo Ejei.
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El sábado por la noche estalló un incendio y choques entre los presos y las fuerzas de seguridad en la importante prisión Evin de Teherán, y se escucharon disparos y explosiones; al menos 8 presos perdieron la vida y 61 resultaron heridos, de los que 6 siguen hospitalizados.
El incendio en Evin tuvo lugar mientras Irán vive fuertes protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico.
Las movilizaciones están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de "mujer, vida, libertad".
La Policía, los agentes de seguridad y de antidisturbios han reprimido con dureza las movilizaciones con el uso de porras, gases lacrimógenos, cañones de agua y, según la ONU, munición real.
La ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, ha registrado 92 muertos, entre ellos 23 menores, de entre 11 y 17 años.
El régimen iraní ha acusado a los "enemigos" de las protestas, en concreto a Estados Unidos e Israel, y ha advertido a la UE que responderá con "reciprocidad" a las sanciones anunciadas por Bruselas.