HRW acusa al Ejército de RDC de colaborar con milicias que cometieron abusos

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Kinshasa, 18 oct (EFE).- Unidades del Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) respaldaron a grupos armados implicados en "graves abusos" en el reciente conflicto con el rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), denunció este martes la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

Entre mayo y agosto de 2022 el Ejército, junto a una coalición de milicias congoleñas y las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) lucharon contra el M23, grupo respaldado por Ruanda-según el Gobierno de RDC- en la nororiental provincia de Kivu del Norte.

En ocasiones, algunos oficiales del Ejército congoleño brindaron apoyo directo a los grupos armados, aunque desde fines de agosto la mayoría de los grupos se han retirado de sus posiciones de primera línea.

"Las unidades del Ejército congoleño están recurriendo nuevamente a la práctica desacreditada y dañina de utilizar grupos armados abusivos como sus representantes", afirmó Thomas Fessy, investigador sénior sobre la RDC de HRW, en un comunicado.

"El Gobierno congoleño debería poner fin a este apoyo, que conduce a la complicidad militar en los abusos, identificar a los oficiales responsables y hacerlos rendir cuentas", agregó Fessy.

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La ONG basa sus alegaciones en entrevistas hechas desde junio a cinco combatientes de grupos armados, siete testigos de abusos y familiares de víctimas, así como a activistas, funcionarios civiles y militares congoleños, personal de la ONU y trabajadores humanitarios.

La ofensiva del M23 en mayo y la toma de Bunagana, una ciudad comercial en la frontera con Uganda, en junio desplazó a decenas de miles de personas.

A pesar de una pausa en los combates desde mediados de agosto, la situación humanitaria en el territorio de Rutshuru, en Kivu del Norte, sigue siendo crítica, lo que se suma a una situación ya grave en el este del país, recordó HRW.

Durante el año pasado, subrayó, los grupos armados y, en ocasiones, los soldados del Ejército, cometieron abusos generalizados, incluidos homicidios ilegítimos, violencia sexual y robos, lo que provocó el deterioro de la situación de seguridad.

El M23 se creó en 2012, cuando soldados de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) se sublevaron por la pérdida de poder de su líder, Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra; y debido a supuestos incumplimientos del acuerdo de paz del 23 de marzo de 2009, que da nombre al movimiento.

El grupo exigía renegociar ese acuerdo firmado por la guerrilla congoleña Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) para su integración en el Ejército, a fin de mejorar sus condiciones.

El CNDP, formado principalmente por tutsis (etnia que sufrió en gran medida el genocidio de Ruanda a manos de los hutus en 1994), se constituyó en 2006 para -entre otros objetivos- combatir a los hutus de las FDLR, grupo refugiado en las selvas del Congo tras el genocidio ruandés.

El este de RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto avivado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco), que tiene desplegados más de 14.000 efectivos.