Los sucesos de Gdeim Izik ocurrieron hace doce años, el 8 de noviembre de 2010, cuando la policía marroquí desmanteló por la fuerza el campamento cercano a El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, donde más de 20.000 saharauis protestaban contra las autoridades marroquíes.
El organismo marroquí asegura que los 19 saharauis presos por esos hechos están en siete cárceles diferentes, "son tratados en pie de igualdad que el resto de la población carcelaria" y, al estar la mayoría de sus prisiones alejadas del Sáhara Occidental, se da a sus familias "facilidades en términos de duración y frecuencia de las visitas".
La nota es una respuesta a un comunicado publicado esta semana por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que denuncia que los presos están a al menos 1.000 kilómetros de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, y han llevado a cabo "repetidas huelgas de hambre para denunciar abusos, como la denegación de atención médica o de visitas familiares y el aislamiento abusivo".
La Administración Penitenciaria explica que estos internos "se benefician del servicio de salud penitenciaria y, si lo necesitan, de establecimientos sanitarios extra muros" y añade que las "pretendidas huelgas de hambre" no se observan, siendo su "único objetivo", dice la nota, "atraer la atención sobre sus casos, ganar la simpatía de las ONG hostiles a Marruecos y engañar así a la opinión pública".
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Respecto a sus demandas de ser trasladados a cárceles del Sáhara Occidental, la institución marroquí dice que no se acordó ese acercamiento debido a la larga duración de sus penas (entre 20 años y cadena perpetua).
Añade que cuatro de ellos están en cárceles cercanas al Sáhara Occidental y otros cuatro en dos prisiones en una provincia limítrofe a los territorios de la excolonia española.
Las denuncias de las ONG pro derechos humanos y la reacción de Marruecos se producen en la semana en que se ha conocido que el Comité contra la tortura de las Naciones Unidas (CAT) ha recibido seis nuevas denuncias contra Marruecos por torturas a estos prisioneros, en las que piden su liberación sobre la base de "confesiones obtenidas bajo tortura".
