"Por la situación política en el norte de Kosovo, no es ideal dejar este tema en la agenda", manifiesta la presidencia checa en un escrito al que tuvo acceso Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), pese a que ambas partes lograran anoche un acuerdo para solucionar la crisis de las matrículas de coches.
Belgrado dejará de emitir matrículas serbias con el nombre de ciudades kosovares y Pristina dejará de prohibir las placas serbias en su territorio, según lo acordado bajo mediación de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, el acuerdo no parece ser suficiente para que la presidencia checa extendiera la mano a Kosovo, potencial candidato para entrar en la UE, pero con un futuro incierto ya que varios socios comunitarios, entre ellos España, Grecia y Eslovaquia, siguen sin reconocer su independencia, declarada en 2008.
Según RFE/RL, España es uno de los países que instó a posponer la liberalización de los visados, hasta que no funcionara en Kosovo el sistema EITAS, que procesa de forma digital los datos de todas las personas que entran en la UE.
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