"La UE insta con firmeza a Ruanda a dejar de apoyar al M23 y a utilizar todos los medios para presionar al M23 para cumplir las decisiones adoptadas por la Comunidad del Este de África y en la mini Cumbre sobre Paz y Seguridad" del pasado noviembre, dijo el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell en un comunicado.
Los Veintisiete pidieron también "a todos los países de la región evitar la prestación de cualquier tipo de apoyo a los grupos armados activos en la República Democrática del Congo (RDC)".
Un reciente informe del Grupo de Expertos sobre la RDC del Consejo de Seguridad de la ONU aseguró tener "pruebas sustanciales" de la "intervención directa" del Ejército ruandés en territorio congoleño, ya sea entregando armas y municiones al M23 o realizando operaciones militares.
La UE acogió el trabajo y el reciente informe de ese grupo de la ONU y dijo estar "profundamente preocupada por sus conclusiones".
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En ese contexto, instó a la República Democrática del Congo, Burundi, Ruanda y Uganda a responder en su totalidad a las conclusiones del informe.
Borrell pidió a la República Democrática del Congo que detenga e impida cualquier cooperación entre las fuerzas militares y los grupos armados y que tome todas las medidas necesarias para proteger a la población civil en su territorio.
La UE "elogia las iniciativas" para abordar las causas profundas del conflicto en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y "reafirma su total apoyo a los procesos de Luanda y Nairobi e insta a todas las partes a implementar rápidamente las decisiones tomadas en su marco", añade el comunicado.
Por otra parte, reiteró su apoyo a la integridad territorial y la soberanía de todos los países de la región y condenó cualquier apoyo a grupos armados locales o extranjeros.
Consideró que ese apoyo "contraviene directamente el derecho internacional aplicable y los múltiples compromisos asumidos por los países de la región".
La UE condenó "en los términos más enérgicos la xenofobia, la incitación al odio y la incitación a la violencia contra cualquier persona o grupo por su raza u origen étnico", y pidió que los responsables sean llevados ante la justicia.
Por último, condenó "las altas tasas de violencia sexual y de género perpetradas por grupos armados y actores estatales en la RDC".
