Se trata de los ataques más mortales sufridos por el Ejército maliense desde que las tropas francesas abandonaron definitivamente el pasado noviembre este país del Sahel, azotado por el yihadismo y la inseguridad política.
Las muertes de los militares se produjeron en el centro del país, cuando un destacamento sufrió la explosión de varios artefactos y luego mantuvo combates con hombres armados entre las localidades de Dia y Diafarabé, en un primer momento, y entre Kumara y Macina en un segundo.
En el comunicado, las FAMA dan cuenta de otros 11 militares heridos y de 31 presuntos terroristas muertos, así como uno herido.
De los 31 atacantes muertos, 17 lo fueron durante los combates y otros 14 cuando, tras lo combates, los militares malienses observaron, mediante drones, que a tres kilómetros de donde se habían producido los enfrentamientos había presuntos terroristas enterrando cadáveres.
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Mali, con presencia de grupos yihadistas leales al Estado Islámico y a Al Qaeda, padece una gran inseguridad, principalmente en el centro y norte de su territorio con numerosos ataques terroristas.
El país está gobernado por una junta militar después de dos golpes de Estado liderados por el coronel Assimi Goita, que se negó a convocar elecciones el pasado febrero, como prometió, y ofreció celebrarlas en febrero de 2024.
Desde febrero del año pasado las tensiones entre Mali y Francia -antiguo colonizador y que lideraba varias misiones antiterroristas- y, por ende, con la Unión Europea, han escalado hasta el punto de que el gobierno galo decidió retirar sus tropas.
El motivo principal para hacerlo es el acercamiento de la junta militar maliense a Rusia, país en el que se apoya para adquirir equipamiento militar.
En Mali operan además mercenarios del Grupo Wagner ligado al Kremlin, supuestamente para entrenar a su Ejército y proteger a los miembros de la junta militar, pero a los que se sitúa también en las operaciones de combate.