Populares marcas locales como Rivella y Ramseier también han suscrito la declaración, así como la cooperativa de comercio minorista local Volg, indicó la televisión nacional helvética RTS.
Con esta acción, las empresas se adhieren a la Declaración de Milán, firmada por 32 países la década pasada por iniciativa de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad y que inicialmente buscaba reducir la cantidad de azúcar en productos lácteos y cereales para desayuno, aunque se ha ido extendiendo a otras gamas.
Según RTS, la adhesión de estas firmas a la declaración es especialmente importante, ya que un 38 % de los azúcares añadidos que toma el consumidor medio provienen de los refrescos.
Se calcula que los ciudadanos suizos consumen unos 100 gramos de azúcar al día, una cifra que duplica los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud, lo que aumenta el riesgo de diabetes, obesidad y problemas cardiovasculares.
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