“El Estado de Palestina condena en los términos más enérgicos el terror racial y la guerra abierta continua de Israel contra el pueblo palestino, incluida la recreación bárbara de la pena de muerte como pretexto para legitimar su anexión y afianzar su régimen de apartheid, en violación del derecho internacional”, señaló en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino.
El Gobierno israelí aprobó ayer de forma preliminar un proyecto de ley para imponer la pena de muerte a “terroristas”, es decir, a palestinos que lleven a cabo ataques contra judíos israelíes, “con motivos racistas o de odio y con el objetivo de dañar al Estado de Israel”.
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Esta medida, incluida en los acuerdos de coalición con el partido ultraderechista Poder Judío, deberá ser aprobada en el Parlamento en cinco instancias más antes de entrar en vigor, e implicaría un histórico cambio en el Estado judío respecto a la pena de muerte, que no se aplica desde hace 60 años.
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"La pena de muerte viola los derechos fundamentales del pueblo palestino a la vida, la no discriminación y la autodeterminación. Es un proyecto de ley cruel, bárbaro e inhumano arraigado en la supremacía judía y precisamente destinado a negar al pueblo palestino su derecho a existir y su humanidad", lamentó la ANP.
"Mientras Israel continúa matando palestinos de manera desproporcionada y deliberada, ahora los pondrá arbitrariamente en los corredores de la muerte", agregó el ministerio, que pidió a la comunidad internacional que tome "medidas concretas" para presionar a Israel para rescindir ese proyecto de ley.
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Organizaciones de derechos humanos, tanto israelíes como palestinas, han denunciado que se trata de una medida discriminatoria, ya que solo afectaría a palestinos. De hecho, los ataques armados de colonos contra palestinos, como los ocurridos ayer en varias aldeas palestinas del norte de Cisjordania y en los que murió un palestino, suelen recibir condenas muy laxas de las autoridades israelíes, y en ningún caso se califican como terrorismo.
Anoche, una horda de colonos israelíes armada con cuchillos, palos, piedras y armas de fuego atacaron varios pueblos palestinos del área de Nablus, en el norte de Cisjordania ocupada, dejando un palestino muerto, más de 300 heridos, y elevados daños materiales con al menos 75 casas más de un centenar de coches quemados.
Para el Ministerio de la ANP, se trató de una "agresión bárbara, generalizada, colectiva y organizada por milicianos colonos y sus elementos terroristas, con la participación y el apoyo del Ejército de ocupación (israelí), en contra de civiles palestinos desarmados".
Según Exteriores, éste fue un "ataque sin precedentes", que "se eleva al nivel de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad", perpetrado por la milicia judía "La Juventud de las Colinas" con el objetivo de "establecer un gran bloque de asentamientos en esa zona y construir más bases de terrorismo".
Estos hechos, serán denunciados este mismo lunes por el ministro de Exteriores palestino, Riyad al Maliki, en la apertura de la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra “para exigir a la comunidad internacional la importancia y necesidad de brindar protección internacional a el pueblo palestino bajo ocupación y poner fin a la impunidad de los crímenes” israelíes, confirmó la cancillería.