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"Un combatiente del Estado Islámico fue capaz de llegar a la puerta de la sede exterior de la milicia (talibán) en Kabul después de traspasar todas las medidas de seguridad y fortificaciones impuestas", informó la madrugada de este martes la agencia de propaganda del EI, Amaq, en un mensaje difundido en la red de mensajería Telegram.
La fuente indicó que el yihadista "esperó el momento en el que el personal salió y detonó su cinturón explosivo cerca de un puesto de control de la milicia en frente del edificio, lo que causó la muerte y heridas de veinte, entre ellas empleados diplomáticos".
El portavoz de la Policía de Kabul, Khalid Zadran, aseguró ayer que la cifra de muertos por el atentado suicida es de seis, mientras que otras doce personas resultaron heridas, según la televisión afgana Tolo News.
El atentado suicida llega después de que el EI asumiese el pasado enero la autoría de un ataque con bomba también frente al Ministerio de Exteriores afgano, que ocasionó al menos cinco muertos según cifras oficiales.
Los talibanes mantienen una fuerte rivalidad con la formación terrorista, que emergió como una de las principales amenazas para la seguridad en Afganistán tras el ascenso al poder de los fundamentalistas en agosto de 2021.
Ante el aumento de este tipo de ataques reivindicados por el EI, las fuerzas de seguridad afganas han intensificado el número de operaciones para desmantelar escondites del grupo yihadista por todo el país.