"El FSB de Rusia detectó desde principios de 2022 más de 5.000 ataques de jáqueres contra la infraestructura crítica", declaró el servicio, citado por la agencia rusa Interfax.
Según el FSB, "las medidas tomadas oportunamente permitieron evitar consecuencias negativas para el país debido a este tipo de acciones".
La inteligencia rusa señaló que durante el análisis de los ataques se recabó información que prueba "el uso del territorio ucraniano por parte de EEUU y los países de la OTAN para llevar a cabo ataques masivos computarizados contra objetivos civiles en Rusia".
"En la actualidad las redes de Ucrania son utilizadas por las unidades de operaciones ofensivas de los países de Occidente, que les permite utilizar de modo oculto nuevos tipos de armas cibernéticas", indicó el servicio.
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Según el FSB, "para ocultar su implicación, Washington intenta presentar a Ucrania como 'autor' exclusivo de los ataques cibernéticos, y en particular, al grupo de jáqueres 'IT Army of Ucraine', que ha perpetrado miles de ataques contra los recursos informáticos rusos".
Sin embargo, según la inteligencia rusa, los ataques cibernéticos se preparan "con la participación directa del Pentágono en coordinación con grupos de jáqueres internacionales (Anonymouse, Silence), nacionales (Ghost Clan, de EEUU; RedHack, de Turquía y Skvadzoz, de Polonia, entre otros)".
"El FSB dispone de posibilidades para establecer la identidad de las personas, organizaciones y organizadores reales, implicados en los ataques de jáqueres contra la infraestructura rusa, y llevarles ante la ley", aseveró el servicio.