“Acabo de llegar a Port Sudan para reafirmar el compromiso con el pueblo sudanés (...) con asombro por la dedicación inquebrantable de la comunidad humanitaria y los voluntarios locales que hacen todo lo posible para ayudar”, dijo Griffiths en su cuenta oficial en Twitter.
Su visita a Port Sudan, no anunciada con anterioridad, se produce después de la que realizó a Nairobi, donde abordó con el presidente de Kenia, William Ruto, y altos funcionarios de la Unión Africana (UA), entre otros, la situación humanitaria y la llegada de ayuda a Sudán.
Griffiths es el primer alto responsable de la ONU que visita el país africano desde el estallido del conflicto entre el Ejercito regular y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) que ha creado una situación calificada de "catastrófica" por organizaciones internacionales y locales.
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Se desconoce si el alto funcionario de la ONU se reunirá con funcionarios del Gobierno sudanés durante su presencia en Port Sudan, situada en el mar Rojo y desde donde ha sido posible realizar la gran mayoría de las operaciones de evacuación de personal humanitario y diplomático, así como de miles de civiles extranjeros.
El viaje de Griffiths a Nairobi y Port Sudan se produce después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, anunciase que su jefe humanitario se desplazaría “inmediatamente a la región” tras un “deterioro rápido” de la crisis humanitaria en Sudán.
Organizaciones internacionales y locales han advertido repetidamente sobre la "trágica" situación humanitaria en el país, así como de un inminente colapso del sistema sanitario, donde la gran mayoría de los hospitales y clínicas ya están fuera de servicio por los continuos combates.
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Los enfrentamientos estallaron el 15 de abril, en medio de tensiones sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, en un proceso político para volver a encauzar al país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
Se desconoce el número exacto de las víctimas militares y civiles de los combates, que no han cesado pese a las consecutivas treguas de 72 horas -la última de las cuales termina hoy-, si bien el Ministerio de Salud sudanés afirma que al menos 550 civiles han muerto y 4.926 han resultado heridos desde que estalló el conflicto.