"Nos parece absurdo e inconcebible que, en la actualidad, cualquier organización extranjera de cualquier color pueda seguir insistiendo en su propio criterio y evaluación como la única manera de determinar la credibilidad y transparencia de nuestras elecciones", señaló el portavoz de la Presidencia nigeriana, Dele Alake, en un comunicado emitido a última hora del pasado domingo.
"Rechazamos enérgicamente, en su totalidad, cualquier noción e idea de cualquier organización, grupo o individuo que sugiera remotamente que las elecciones de 2023 fueron fraudulentas", añadió.
Para la Presidencia de Nigeria, "la cobertura de las elecciones" por parte de la misión de la UE fue "muy limitada", con menos de cincuenta observadores y el examen de alrededor un millar de colegios electorales en un país donde había más de 176.000.
Alake indicó que, "sin duda", las conclusiones de la UE estaban basadas sobre todo "en rumores, habladurías, cócteles de prejuicios y comentarios mal informados en las redes sociales, y las cabezas parlantes de la oposición".
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La Presidencia nigeriana reaccionó de esta manera ante la rueda de prensa de la misión de observadores electorales de la UE del pasado 27 de junio en Abuya, en la que se indicó que los comicios "expusieron debilidades sistémicas" e indicaron "la necesidad de más reformas legales y operativas para mejorar la transparencia, la inclusión y la rendición de cuentas".
Según el jefe de la misión, el europarlamentario Barry Andrews, esas deficiencias "obstaculizaron la realización de unas elecciones inclusivas" y "dañaron la confianza" en la comisión electoral.
Las polémicas elecciones del pasado 25 de febrero dieron la victoria al actual presidente de Nigeria, Bola Tinubu, de 71 años y del partido gobernante Congreso de Todos los Progresistas (APC, en inglés), con el 36 % de los votos, en medio de las acusaciones de presuntos fraudes por parte de sus principales opositores.
Los resultados han sido impugnados en los tribunales por los principales rivales de Tinubu en la carrera presidencial, el veterano opositor Atiku Abubakar, del Partido Democrático de los Pueblos (PDP), que recibió el 29 % de los votos; y Peter Obi, líder del Partido Laborista (PL), que quedó en el tercer puesto con el 25 % de los sufragios.
Ambos opositores pidieron la cancelación de los resultados después de que la transmisión electrónica desde las mesas electorales no se pudiese llevar a cabo de manera completa, algo que la Comisión Electoral atribuyó a "fallos técnicos".
