"Hemos establecido una meta muy alta, la de llevar nuestro PIB a 160.000 millones de dólares para 2030", declaró el mandatario durante un discurso de investidura en una sesión conjunta de ambas cámaras del Parlamento uzbeko tras jurar su cargo con su mano sobre la Constitución y el Corán.
Según Mirziyóyev, "eso no será fácil", pero Uzbekistán tiene todas las posibilidades para lograr ese objetivo.
"Nuestros recursos naturales, laborales, el potencial intelectual, espiritual, así como la experiencia de trabajo con la que contamos son suficientes para lograr la meta establecida", aseveró.
El dirigente, de 65 años, aseguró que el país se ha propuesto varios objetivos estratégicos para los próximos siete años que prevén "cambios radicales" en el ámbito de la economía.
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Mirziyóyev aseguró que durante su nuevo mandato aplicará de forma "más activa" los principios de la "economía verde" y la "energía verde".
"Las inversiones en nuestra economía se multiplicarán varias veces. No tenemos que seguir siendo un país que vive solo de la agricultura", aseguró.
Asimismo, abogó por convertir Uzbekistán, la segunda economía de Asia Central después de Kazajistán, en un país con una "industria desarrollada".
Mirziyóyev, que dirige un país autoritario que ocupa el puesto 149 de 167 en el Índice de Democracia de la revista The Economist, también prometió continuar la política de apertura democrática.
"Continuaremos con una política de democracia y apertura, garantizamos las actividades de una oposición constructiva, la libertad de expresión y de prensa, los derechos de los ciudadanos a recibir, usar y difundir información", indicó.
Prometió que en Uzbekistán se garantizará la libertad de conciencia.
"Entre todos los derechos políticos en Uzbekistán, se garantizan incondicionalmente la libertad de conciencia y creencias", dijo, al tiempo que aseguró que también se velará por la libertad de expresión y de prensa".
La misión observadora de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) destacó el lunes tras las elecciones presidenciales anticipadas los "cambios democráticos" que han tenido lugar en la nación centroasiática, pero los consideró "insuficientes".
La organización señaló que "las libertades y el derecho fundamentales siguen restringidos" en el país.