Nacido en la ciudad francesa de Béziers, como Castella, el alumno de la Escuela de Tauromaquia de Badajoz tuvo muy claro desde niño que quería ser torero, para lo cual contó siempre con el apoyo de su familia, de orígenes españoles y portugueses.
Durante su estancia en la Escuela de Tauromaquia de Béziers, en Francia y donde pronto se dio cuenta de que “no podía pasar más de un día sin estar con los trastos”, Martin trasladó a sus responsables su intención de seguir su progresión en España.
En este contexto llegó la visita a tierras galas del director de la Escuela Taurina pacense, Luis Reina, quien vio que el joven tenía potencial para formarse en Extremadura, lo que hace desde el pasado enero.
Martín, que tiene 20 años y se desplaza a la ciudad de Badajoz desde el pueblo de Táliga, donde vive, considera que se ha adaptado muy bien a tierras extremeñas, incluso al calor sofocante de los últimos días, aunque “obviamente se echa de menos a la familia y amigos”.
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En esta adaptación han sido clave sus jóvenes compañeros, como ha reconocido, en una escuela donde se forman alumnos de dentro y fuera de Extremadura.
El joven francés, que en la actualidad pule su toreo y su “forma de comportarse en la plaza”, considera además fundamental los “valores” que aporta el centro formativo pacense.
De momento, la perla gala muestra su satisfacción por su trayectoria formativa durante el año, con la participación en nueve festejos de los que ha salido “muy contento” gracias a la evolución mostrada.
El próximo año seguirá en la escuela, mientras que la alternativa “todavía queda lejos, hay que ir poco a poco”, dice.
Su referente es Sebastián Castella, aunque en su adaptación a tierras extremeñas no quiere dejar de mencionar “la importancia que tienen diestros como Alejandro Talavante”.
Convencido de que el público es “quien tiene que definir” cuáles son sus virtudes como torero, lo que sí tiene claro es que “es fundamental dejarlo todo en la plaza, pues así es más fácil demostrar el talento”.
En este sentido, Luis Reina considera que el principal aspecto a pulir por el joven es “el hecho de ser francés”, en el sentido del carácter menos pasional de los países allende los Pirineos. En su opinión, “vestido de luces no se puede tener cierta frialdad”.
Como virtudes de Lenny Martin ha destacado que “es muy disciplinado, muy poderoso y no le importa el sacrificio, como demuestra el hecho de estar tan lejos de su tierra... puede llegar a estar entre los grandes toreros que ha dado Francia”, ha destacado.