"Es un paso inaceptable y condenable, y es una violación flagrante y grave del derecho internacional y de las resoluciones de la legitimidad internacional", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Sinan Majali, en un comunicado.
Consideró también que "cualquier acción o decisión encaminada a cambiar el estatus legal de la ciudad de Jerusalén se considera inválida, ilegal y sin efecto".
Jordania tiene el papel de custodio de los lugares santos musulmanes y cristianos de Jerusalén Este, aunque Israel controla los accesos y visitas a esos sitios, en virtud de los Acuerdos de Paz entre ambos países de 1994.
Majali enfatizó la importancia de lograr una "paz justa y completa" sobre la base de "una solución de dos Estados, y las resoluciones de legitimidad internacional", que garantice el establecimiento de un "Estado palestino independiente y soberano de conformidad con las líneas del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Este como capital".
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Con la inauguración el martes en Jerusalén de su embajada ante Israel, Papúa Nueva Guinea se convirtió en el quinto país en abrir su máxima legación diplomática en la Ciudad Santa tras Estados Unidos, Guatemala, Kosovo y Honduras.
Israel ocupó Cisjordania y Jerusalén Este en 1967 y se anexionó la parte oriental de la ciudad en 1980, una acción no reconocida por la comunidad internacional. Tras esta anexión, los países que tenían sus embajadas en Jerusalén Oeste las trasladaron a Tel Aviv.