"Se trata de 94 compatriotas, incluidas 28 mujeres, que fueron secuestrados por las ADF hace cerca de seis meses. Consiguieron escapar de las garras de los terroristas en (la localidad de) Ndalia, en la carretera entre Luna y Komanda", en la provincia de Ituri, dijo a EFE el teniente coronel Mak Hazukay.
"Provenían de Kisangani, Bunia, Beni, Butembo", detalló el teniente coronel, enumerando diferentes ciudades de la zona.
Hazukay es el portavoz de la operación conjunta lanzada en suelo congoleño en noviembre de 2021 por los ejércitos de la RDC y de Uganda para terminar con las ADF, un dispositivo que sigue en marcha mientras los ataques rebeldes no han cesado.
Según el mando militar, la huida de los rehenes fue posible "después de las presiones de las fuerzas de la coalición" de ambos países.
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Los objetivos de las ADF son difusos más allá de una posible vinculación con el Estado Islámico (EI), que en ocasiones se responsabiliza de los ataques del grupo armado.
Aunque los expertos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no hallaron pruebas de un apoyo directo del EI a las ADF, Estados Unidos las identifica desde 2021 como "una organización terrorista" afiliada al grupo yihadista.
Si bien tienen sus bases en el este de la RDC, las autoridades de la vecina Uganda acusan al grupo de organizar ataques también dentro de su territorio, como el del pasado 16 de junio, en el que al menos 42 personas murieron, incluyendo 37 estudiantes, en una incursión contra una escuela del distrito de Kasese (oeste).
Frente a los ataques rebeldes en Ituri y la vecina Kivu del Norte, el Gobierno congoleño impuso en mayo de 2021 un estado de sitio en ambas provincias, pero la medida no ha acabado con el problema.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en la RDC (Monusco), con unos 16.000 uniformados sobre el terreno.
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, en inglés), el extremo oriental de la RDC es campo de batalla de unos 120 grupos rebeldes.
