Durante su intervención en el foro Resilient EU2030 organizado por la patronal española CEOE, Sánchez se refirió a esta operación para indicar que el Gobierno la "está analizando detenidamente", y aseguró que cuenta con "los mecanismos adecuados" de control para evitar una "influencia indebida", en especial en el acceso a las "tecnologías críticas".
"El límite que existe para la inversión extranjera es la protección de nuestros legítimos intereses nacionales", subrayó el jefe del Ejecutivo.
Sánchez señaló que "el interés de los grandes inversores internacionales por nuestras empresas siempre es una buena noticia", porque supone una inyección de recursos y ofrece "confianza", e insistió en que "el Gobierno cuenta con los instrumentos necesarios para proteger su soberanía nacional".
STC Group comunicó su entrada en el accionariado de Telefónica a comienzos de septiembre, donde espera controlar un 9,9 %, mediante la adquisición del 4,9 % en acciones y otro 5 % mediante derivados, los cuales ejecutará para convertir en acciones una vez obtenidas las autorizaciones pertinentes.
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La adquisición por parte del grupo saudí de esa participación, valorada en 2.100 millones de euros, le convertirá en el primer accionista de Telefónica, siempre que obtenga el visto bueno del Ministerio de Defensa, ya que Telefónica ofrece servicios de telecomunicaciones a ese departamento y, por tanto, es un sector crítico para la defensa nacional.
La normativa española es muy estricta cuando hay inversiones extranjeras que puedan afectar a la defensa y a la seguridad, tal como ya advirtió la Ministra de Defensa, Margarita Robles.