La primera explosión, que cobró la vida de dos civiles, tuvo lugar en la región de Joyavend, cuarenta kilómetros al este de Jankedi (nombre azerbaiyano de Stepanakert, capital del enclave armenio de Nagorno Karabaj), informaron el Servicio de Seguridad del Estado, el Ministerio de Interior y la Fiscalía azerbaiyanas.
Ambos civiles, empleados de la Agencia Estatal de Autopistas de Azerbaiyán, viajaban a bordo de un vehículo de carga Shacman Howo que explotó en el kilómetro 58 de la carretera Ajmedbbeyli-Fizuli-Shushá, alrededor de las 4.00 hora local (0.00 GMT).
Media hora después explotó un camión Kamaz de la Policía que se dirigía al lugar de los hechos, ocasionando la muerte de cuatro agentes del orden.
Bakú responsabilizó de ambos incidentes a "un grupo de sabotaje de formaciones militares ilegales armenias" y abrió una causa penal por terrorismo, asesinato premeditado en base a odio étnico y portación ilegal de armas y explosivos.
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Un tercer incidente tuvo lugar en la región azerbaiyana de Agdam, donde radica el contingente de paz ruso, a las 11.45 hora local (7.45 GMT), cuando las posiciones militares de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán fueron atacadas con morteros y armas ligeras por el Ejército armenio, según informó el Ministerio de Defensa azerí.
A consecuencia del ataque dos militares azerbaiyanos resultaron heridos.
Nagorno Karabaj, autoproclamado independiente en 1991, es desde entonces la manzana de la discordia entre Armenia y Azerbaiyán, que se enfrentaron en dos guerras, una a principios de los noventa que concluyó con la victoria armenia y otra en 2020, en la que vencieron los azerbaiyanos.
Como resultado de más reciente contienda, Bakú recuperó más de dos tercios de territorio en la región montañosa y sus alrededores que habían sido declarados zona de seguridad por Ereván, si bien Armenia debía conservar la comunicación con el enclave a través del corredor de Lachín.
Las tensiones entre Azerbaiyán y Armenia se han incrementado en los últimos días, entre denuncias de movimientos de tropas de ambas partes, y amenazan con echar por tierra el cese al fuego alcanzado en 2020 con mediación rusa.