En un comunicado, la compañía aérea anunció este sábado que dejará de operar la ruta al cierre de septiembre, lo que implica que a partir de mañana la conexión queda suspendida.
Por ello, se perderán seis vuelos semanales a Jordania en octubre, tras fracasar en las negociaciones con los rebeldes chiíes del Yemen para liberar los fondos, que ascienden a 80 millones de dólares, según la aerolínea.
En la nota, la compañía remarcó que no había podido acceder a sus fondos en los bancos de Saná en los últimos meses por las restricciones impuestas "de forma ilegal" a sus activos "sin justificación razonable" por parte de la administración hutí, a la que reclamaron el levantamiento de estas penalizaciones, sin éxito.
Yemenia Airways reanudó los vuelos desde Saná a la capital de Jordania, Amán, en abril de 2022, ampliando así su conexión internacional más allá de El Cairo (Egipto).
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Desde entonces, según la empresa, han intentado superar los daños derivados de la confiscación de fondos con otros recursos internos para cubrir las operaciones a Amán desde Saná, con tres vuelos comerciales y otros tres humanitarios, que extendieron hasta el cierre de septiembre, cuando la situación se volvió ya "insostenible".
"Durante el último período, la empresa ha actuado con un espíritu de racionalidad, tratando de evitar cualquier daño (...) y esperando que las partes en el gobierno en Saná entiendan la sensibilidad de la situación y traten de facilitar las tareas de la empresa", añadió el comunicado.
Estas circunstancias llevaron a Yemenia Airways "a exponer hoy a la opinión pública esta situación paralizante que amenaza con detener por completo el funcionamiento previsto" y a "reiterar la necesidad de apartar a la aerolínea de cualquier conflicto político".
Los hutíes, alineados con Irán, controlan la capital, Saná, y gran parte del noroeste del país desde que se inició el conflicto en 2014, lo que obligó al gobierno yemení internacionalmente reconocido a desplazarse a Adén, en el sur del país.
Arabia Saudí intervino en la guerra del Yemen en 2015 como líder de una coalición militar en apoyo al Gobierno en el conflicto, que ha provocado la peor catástrofe humanitaria en el planeta, según la ONU, que estima que hay más de 23 millones de personas necesitadas de asistencia.
La pasada semana, representantes del Gobierno de Arabia Saudí y de los hutíes concluyeron la segunda ronda de conversaciones en Riad para llegar a un acuerdo que ponga fin a la cruenta y larga guerra en el Yemen, de la que no trascendieron detalles más allá de una valoración positiva por ambas partes.
