Lagarde dijo al inaugurar una conferencia sobre política monetaria organizada por la propia entidad que las decisiones del BCE sobre los tipos de interés dependen de las perspectivas de inflación, de la evolución de la subyacente, que descuenta la energía y los alimentos porque son más volátiles, y de la fuerza con la que las subidas de las tasas lleguen a la economía real.
"Ahora consideramos que los tipos de interés rectores del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un tiempo suficientemente largo, contribuirán sustancialmente a que la inflación vuelva a tiempo a nuestro objetivo a medio plazo", apostilló Lagarde.
El BCE ha subido desde julio del año pasado sus tipos de interés en 450 puntos básicos, hasta el 4,50 % y su facilidad de depósito, hasta el 4 %.
