"El Directorio de Investigaciones Criminales (DCI) hace un llamamiento a los miembros del público para que proporcionen voluntariamente información que pueda llevar a la detención de (...) sospechosos de terrorismo peligrosos y armados", afirmó hoy a través de la red social X (antes Twitter) el Ministerio del Interior keniano.
Los sospechosos "forman parte de la red terrorista de Al Shabab y son responsables de planear y orquestar los mortíferos ataques terroristas y la violencia en el condado de Lamu y en el enclave más amplio de Boni", un bosque que sirve como escondite a los yihadistas, añadió el Ministerio.
Entre los presuntos terroristas enumerados, hay varios nacionales de Kenia pero también al menos tres ciudadanos tanzanos, uno británico, uno etíope y uno bangladesí, así como algunos que podrían ser somalís por sus nombres, si bien su nacionalidad no se especifica en un cartel difundido con sus fotografías.
Algunos son conductores o médicos y figura también un "reparador de armas", precisaron las autoridades.
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"Se ofrecerá una recompensa sustancial en efectivo a cualquier miembro del público que proporcione información creíble que conduzca al arresto de cualquiera de los sospechosos", afirmó el Gobierno keniano.
El condado costero de Lamu, además de otros territorios kenianos cercanos a Somalia, ha visto una multiplicación de los ataques yihadistas en lo que va de año, lo que ha dejado decenas de muertos.
Esta escalada llevó el pasado julio al Gobierno keniano a posponer la apertura gradual de la frontera con el país vecino anunciada este mayo, después de permanecer cerrada durante doce años, desde octubre de 2011.
Entonces, el Ejército de Kenia invadió Somalia tras una serie de secuestros atribuidos a Al Shabab en su territorio.
Poco después -en febrero de 2012-, las tropas kenianas se incorporaron a las fuerzas de la Unión Africana (UA) en Somalia, que combaten a los terroristas junto al Ejército somalí.
Desde ese momento, estos yihadistas, afiliados a la red terrorista de Al Qaeda desde 2012, han perpetrado numerosos ataques en Kenia.
El atentado más grave de Al Shabab en territorio keniano ocurrió en abril de 2015, cuando 148 personas murieron en el asalto a la Universidad de Garissa (este).
Al Shabab ataca a menudo en la capital somalí, Mogadiscio, y otros puntos del país con el objetivo de derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar por la fuerza un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
El grupo yihadista controla zonas rurales del centro y sur de Somalia, y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
