Según indicó el ministerio en un comunicado, las instituciones estatales deberán comprar automóviles rusos de la marca Lada, incluyendo los modelos más recientes como Vesta, Granta y los Niva Travel y Legend.
Además, propuso varios modelos de UAZ, que se especializa en todoterrenos como el Patriot, el Hunter y el Pickup y los microbuses SGR, conocidos popularmente como "Bujanka" (Hogaza de pan).
En la lista también están los coches de lujo Aurus, con los modelos Senat y Komendant, la "limusina" de Putin.
Los recientemente relanzados Moskvich, con tres modelos diseñados en China y promovidos por la Alcaldía de Moscú, y Evolute, con los modelos eléctricos I-PRO, I-JOY e I-SKY, fueron dos novedades en el mercado ruso que se sumaron a esta lista.
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Como excepción que viene a confirmar la validez de la regla, cierra la lista la marca china Haval, representada en cuatro modelos: Jolion, Dargo, F7/F7x y H9.
Originalmente china, Haval se fabrica en Rusia y cuenta con una planta de ciclo completo en la ciudad de Tula, ubicada 200 kilómetros al sur de Moscú.
En los últimos dos años Haval se ha convertido en uno de los automóviles chinos más vendidos en Rusia, superado solo por la marca Chery, también de China.
En agosto pasado Putin exigió que las estructuras estatales dejaran de comprar autos de marcas extranjeras y declaró que todos los empleados públicos rusos deben utilizar vehículos producidos en Rusia.
La industria automotriz rusa sufrió un grave impacto a principios del año pasado debido al éxodo masivo de las compañías extranjeras que producían automóviles en empresas mixtas del país debido a la guerra en Ucrania, las sanciones de Occidente y la ruptura de las cadenas logísticas que alimentaban este sector.