Críticas a un miembro del Gobierno italiano por cobrar por su asesoramiento

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Roma, 25 oct (EFE).- El subsecretario del Ministerio de Cultura italiano, Vittorio Sgarbi, fue hoy objeto de fuertes críticas después de que un periódico asegurara que el también crítico de arte cobra presuntamente por su asesoramiento y participación en eventos.

La portavoz del opositor Partido Demócrata (PD) en la Cámara de los Diputados, Chiara Braga, solicitó la comparecencia del ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, para aclarar "qué opina de los ricos asesoramientos de Sgarbi" y si piensa destituirlo.

Lo mismo reclamó en el Parlamento el diputado del Movimiento 5 Estrellas Antonio Caso considerando estos presuntos hechos un "notable conflicto de interés" y porque la ley impide a políticos en el cargo trabajar en ámbitos relacionados con su materia.

El periódico "Il Fatto Quotidiano" publicó hoy un reportaje titulado "Sgarbi, caché de oro pese a la ley: 300.000 euros en nueve meses" en el que sostenía que este reconocido crítico de arte italiano, habitual en todo tipo de tertulias, seguía presuntamente cobrando por su asesoramiento pese a desempeñar un cargo público.

Esto iría en contra de una ley de 2004 que prohíbe a quienes desempeñan labores de Gobierno "ejercer actividades profesionales o trabajar como autónomos en materias vinculadas a su encargo".

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Sgarbi ha asegurado que no tiene intención de dimitir y que posee un documento de la Autoridad Nacional Anticorrupción (ANAC) que "explica claramente que no hay alguna incompatibilidad entre la actividad divulgadora y la de subsecretario".

"Il Fatto Quotidiano" ha publicado también una supuesta declaración del ministro de Cultura en la que expresa su "indignación por el comportamiento de Sgarbi", aunque éste ha asegurado que "la entrevista es falsa".

El subsecretario, protagonista de frecuentes polémicas en Italia, ha acusado a "un colaborador" de entrar en su ordenador para sustraer información de su agenda y enviárselo a la oficina de la primera ministra, Giorgia Meloni, y a la prensa.

Un "cuervo", en sus palabras, que denunciará ante la Policía.