De acuerdo con un comunicado de la Policía de Gelsenkirchen, se cursaron denuncias contra dos individuos por incitación al odio y se les incautaron dos cedés con contenidos presuntamente ultraderechistas.
Otro individuo fue denunciado por usar una insignia de una organización contraria a la constitución alemana, mientras que también se produjeron instancias de resistencia y agresión a la autoridad y se registraron infracciones contra la ley de armas y de estupefacientes.
Los 78 participantes en el concierto fueron expulsados del lugar en que se desarrollaba y las autoridades municipales examinarán diversas infracciones administrativas que se podrían haber producido por falta de permisos.
"Lo que se cantaba allí era puro odio, acoso y desprecio de personas", comentó con respecto a la operación el ministro del Interior del "Land" de Renania del Norte - Westfalia (oeste), Herbert Reul, según el comunicado policial.
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"El enaltecimiento del pasado nacionalsocialista alemán no puede subir a escena entre nosotros. Por eso hemos puesto fin al concierto. Ante los enemigos de la democracia, el Estado no se tapa los ojos o los oídos", agregó.
De acuerdo con los medios alemanes, el concierto interrumpido era un espectáculo ilegal de una banda de ideología neonazi conocida como "Sturmwehr".