La Prefectura (delegación del Gobierno), que indicó en un comunicado este domingo que la decisión se ha tomado en concertación con los responsables municipales y con la rectora de educación en la región, lo justificó por las previsiones meteorológicas.
En la práctica, no habrá enseñanza ni en las guarderías, ni en los parvularios, ni en las escuelas de primaria y secundaria, ni en los liceos, sean públicos o privados.
No obstante, se podrán contemplar dispositivos para acoger a los alumnos en el caso de que los que los padres no tengan una solución de guardia alternativa.
Aunque esta mañana se levantó la alerta roja, el nivel más alto, para el curso del río Aa, que llevaba activa desde comienzos de la semana, sigue en alerta naranja, como también lo están otros tres, el Hem, el Canche y el Lys Plaine.
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Además, están en alerta amarilla el Lawe-Clarence, el Lys Amont y el Liane.
Las áreas inundadas se encuentran una zona muy llana que va desde el norte de la ciudad de Lille, en la frontera con Bélgica, hasta una franja costera que va de Calais a Le Touquet.
Aunque esta mañana las precipitaciones habían cesado, la Prefectura hizo notar que está previsto que vuelva a llover desde el final de esta tarde. De hecho, se esperan unos 5-10 litros por metro cuadrado a los que se añadirán otros 15 litros en la noche del domingo al lunes, otros 15 en la jornada del lunes y 10 en la costa el martes.
Desde su inicio hace ya una decena de días, las inundaciones han causado cuatro heridos. A mediodía de hoy, seguía habiendo 7.200 personas que tenían restricciones en el uso de agua, 1.272 viviendas estaban privadas de corriente eléctrica, 6.000 de la red de telefonía móvil y 2.800 de fibra.