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"Por supuesto, la seguridad en la región es muy importante (...), hablaremos de esa parte de nuestras relaciones, con énfasis en Afganistán", dijo Putin al inicio de la reunión.
El jefe del Kremlin aseguró que Moscú y Dusambé trabajan de forma muy estrecha y "coordinan posiciones" también en las plataformas internacionales.
Rusia aún no ha reconocido a las autoridades talibanes, a la espera de reformas políticas y mejoras sociales y económicas, mientras Tayikistán parece dispuesto a normalizar sus relaciones con Kabul.
Rajmón, por su parte, aseguró su país aboga por "la continuidad del diálogo activo" con Rusia.
"Nuestros vínculos comerciales y económicos van en aumento y también la cooperación en el ámbito humanitario se encuentra al más alto nivel", aseguró Rajmón.
Agregó asimismo que planea discutir con Putin temas de la agenda bilateral e internacional.
"Los asuntos de seguridad ocupan un lugar especial en nuestra agenda bilateral", enfatizó el presidente de esa antigua república soviética que alberga una base militar rusa.
Según datos oficiales rusos, este país acoge a más de 1,2 millones migrantes de Tayikistán, muchos de los cuales trabajan en la construcción y como repartidores.
La delegación tayika que llegó hoy a Moscú incluye a varios ministros del país centroasiático, que tienen previsto reunirse con sus homólogos rusos para firmar una serie de acuerdos bilaterales.
La última reunión entre Putin y Rajmón tuvo lugar el mes pasado en Biskek, capital kirguís, donde ambos participaron en una cumbre de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes.
Después de visitar Moscú, el presidente tayiko viajará a Bielorrusia, donde el jueves tendrá lugar una reunión de los líderes de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza militar regional liderada por Rusia.