"La UE insta a los beligerantes a detener los combates de inmediato y respetar los compromisos que asumieron con los líderes de la región. El pueblo sudanés ha sufrido inmensamente", dijo en un comunicado Nabila Massrali, portavoz de Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que dirige el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
"Deben cumplirse los compromisos mutuos asumidos por los beligerantes del conflicto en Sudán de un alto el fuego incondicional, un diálogo político y una reunión cara a cara", subrayó la portavoz del SEAE.
Ese compromiso se alcanzó este sábado en una cumbre extraordinaria en Yibuti, señaló el secretario ejecutivo del bloque regional, Workneh Gebeyehu, en la red social de X (antes Twitter).
En la cumbre participaron el presidente de Yibuti, Ismaïl Omar Guelleh; el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed; el presidente de Kenia, William Ruto; y el presidente de Sudán, Abdel Fattah Abdelrahman al-Burhan.
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También estuvieron presentes el presidente de la comisión (secretariado) de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mohammed, y representantes de las Naciones Unidas, la Unión Europea y Estados Unidos.
La UE continuará apoyando los esfuerzos liderados por África para trazar un camino unificado y coordinado hacia la paz, junto con el enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas, Ramtane Lamamra, dijo la portavoz del SEAE.
Ahora también es el momento, añadió, de que todas las partes interesadas redoblen sus esfuerzos para construir la coalición civil sudanesa más amplia e inclusiva que será la base para la reanudación de la transición a la democracia y la preservación de la soberanía y la integridad territorial de Sudán.
La UE también pidió que se garantice el acceso humanitario sin obstáculos y se brinde a la población civil la protección a la que tiene derecho en virtud del derecho internacional.
Desde que empezó la guerra, 12.000 personas han sido asesinadas, según los datos recogidos por el Comité de Rescate Internacional (IRC).
Los enfrentamientos estallaron el pasado 15 de abril por las tensiones sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, en medio un proceso político para encauzar de nuevo al país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.