Macron habló por teléfono en la noche del sábado con el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzabella, al que envió la solidaridad del pueblo francés con los cristianos de Tierra Santa, que viven la Navidad en medio del actual conflicto, informó el Elíseo este domingo.
Sobre todo, el dirigente francés señaló la situación de la parroquia, "donde cientos de civiles de todas las confesiones han encontrado refugio. Viven bajo las bombas y las balas desde hace dos meses", añadió la sede presidencial francesa.
Además, Macron manifestó al cardenal sus condolencias "por la muerte indigna de dos parroquianas, asesinadas de manera indigna hace algunos días".
Las dos mujeres fallecieron el pasado día 16 por los disparos de un francotirador israelí, que les disparó a pesar de que ellas se encontraban dentro del complejo parroquial.
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El Patriarcado de Jerusalén denunció entonces que las dos mujeres, una madre y su hija, murieron por disparos realizados "sin aviso" y "a sangre fría dentro del recinto parroquial, donde no hay beligerantes".