Vidas disueltas: 2.000 migrantes desaparecidos en 5 años en la ruta Argelia-España

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Tomás Andújar Palma (España), 16 ene (EFE).- Unas 2.000 personas desaparecieron y 434 murieron tratando de llegar en embarcaciones precarias desde Argelia hasta las costas del Mediterráneo español en los últimos 5 años, en la conocida como 'ruta argelina', la segunda travesía migratoria hacia España con más víctimas después de la canaria.

Son datos de la organización no gubernamental Caminando Fronteras, aunque otra ONG, el Centro Internacional Para la Identificación de Migrantes Desparecidos (Cipimd), contabilizó el último año 452 desapariciones en ese mismo recorrido, y la Organización de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM) registró en todo el Mediterráneo Occidental 333 víctimas mortales.

Las cifras son variables porque se establecen a partir de testimonios sobre barcas que zarparon y no arribaron a destino o de relatos de inmigrantes llegados tras perder a compañeros de travesía.

Las ONG reclaman más medios y protocolos efectivos de salvamento, y colaboran con las familias de los desaparecidos para ayudarles a cerrar su duelo en las escasas ocasiones en que aparecen los cuerpos de los náufragos.

Cruz Roja también desarrolla un proyecto para esclarecer la suerte de las personas desaparecidas en las rutas migratorias hacia España que desde 2021 tiene en la isla de Palma de Mallorca su base para la 'ruta argelina'.

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La ayuda de las redes sociales

Francisco José Clemente es miembro del Cipimd y gestiona una cuenta de Facebook con 145.000 seguidores, donde intercambia datos sobre inmigrantes desaparecidos en las rutas de Marruecos y Argelia hacia las costas del Mediterráneo español.

Desde 2020 publica noticias sobre rescates y llegadas a esa zona. También divulga reclamaciones de familias magrebíes sobre desaparecidos, fotografías de prendas y objetos personales encontrados en cuerpos rescatados del mar y descripciones que puedan servir para identificar a la víctimas.

Los cuerpos encontrados en el mar son pocos en comparación con el número de desaparecidos (28 hallazgos en el área de Baleares desde 2021) y menos aún los que están en condiciones de ser identificados. Para lograrlo resulta crucial la colaboración de personas como Clemente.

"Tienen conocimiento de la salida de 'pateras' de Argelia que no llegan a destino y esa información nos permite vincular cadáveres que van apareciendo", relata el brigada de la Guardia Civil en las islas Miguel Ángel Naranjo, que estima que el 80 % de los restos humanos hallados en el mar y las costas españolas son de inmigrantes.

El ADN

Para que el proceso pueda completarse, hay que confirmar la identificación huellas dactilares, perfil dental y, principalmente, contraste del ADN del difunto con el de familiares directos.

Pero la prueba genética es de difícil acceso en Argelia para muchas familias y antes se requiere un alto nivel de certeza de que el cuerpo corresponde a la persona que se busca.

Además, no existe un banco de ADN de familiares de desaparecidos y son pocas las denuncias de desapariciones en la 'ruta argelina' formuladas en España u otro país europeo, por eso la ayuda de las ONG resulta casi siempre lo más efectivo.

A partir de testimonios en destino y reclamaciones de familias en origen, se elaboran informes sobre las embarcaciones desaparecidas y sus ocupantes para tratar de determinar su suerte y aliviar el dolor de las familias ofreciéndoles información.

Dos tipos de trayectos

Quienes arriesgan la vida son "hombres de 18 a 35 años, aunque también llegan mujeres y menores", explica Clemente, la mayoría de Argelia, aunque también hay africanos del sur del Sáhara, yemenís o sirios.

Caminando Fronteras y Cipimd coinciden en que las rutas más cortas, del entorno de Orán al levante español, están organizadas sobre todo por mafias, mientras que en las más largas, desde el este de Argelia a las islas Baleares, predomina una organización más espontánea.

En las primeras se utilizan barcas veloces y se llegan a pagar hasta 10.000 euros por viajero, y en las segundas se usan botes más precarios y el trayecto es más barato.

Casi siempre hay alguien que gana dinero a costa de los inmigrantes, y algunos, desde España, tratan de exprimir incluso a padres y hermanos de desaparecidos pidiéndoles dinero para trámites judiciales falsos con mentiras.

Mientras, el goteo sigue. Hay familias, cuenta Clemente, que han perdido a varios hijos en viajes sucesivos. Otras perecieron juntas en el intento.

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