"Modificaremos la forma de realizar los controles de peso en las fronteras y estamos estableciendo límites de acuerdo con la legislación europea, así como las tolerancias por exceder el peso de los camiones", dijo el primer ministro, Marcel Ciolacu, durante una reunión del Gobierno.
Camioneros y agricultores iniciaron sus protestas el pasado 10 de enero, exigiendo una serie de reformas legales y laborales relacionadas con sus actividades.
El primer ministro socialdemócrata prometió además reformas de las inspecciones técnicas de vehículos lentos, como tractores, así como otras relacionadas con los contratos de los transportistas nacionales, conforme a las normas internacionales.
"Quiero que encontremos soluciones también para otros temas importantes, como la devolución parcial a los transportistas del impuesto especial sobre los combustibles", agregó el primer ministro.
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Las protestas de los transportistas y agricultores, que comenzaron de forma espontánea, sin apoyo gremial, se generaron contra la subida del precio de los combustibles, y exigen una bajada de impuestos y de tasas de seguros obligatorios.
Además, los agricultores piden indemnizaciones por las pérdidas que sufrieron por la importación de grano ucraniano.
Los manifestantes bloquearon varios cruces de frontera con la vecina Ucrania, donde sólo dejan pasar a vehículos particulares y a camiones con matrículas comunitarias.
La prensa húngara informó hoy sobre el bloqueo del cruce fronterizo entre Hungría y Rumanía, cercano a la localidad de Vállaj.
Allí, cientos de camioneros ucranianos y turcos han quedado varados, por lo que éstos también iniciaron protestas en la ciudad de Siret, junto a la frontera con Ucrania.
El Gobierno rumano negocia con los representantes de los camioneros y agricultores, mientras que las organizaciones gremiales de ambos sectores prometen involucrarse en las protestas en caso de no haber pronto resultados concretos.
"Las conversaciones con el ministro de Agricultura representan un paso para resolver los problemas de los agricultores que están en las calles, pero no significa que la gente se vaya a casa", dijo hoy la abogada Elena Radu, que representa a los manifestantes, que esperan un plan de trabajo "claro".