Según informó la OLAF este miércoles en un comunicado, su investigación descubrió una ruta por la que estas bicicletas eran transportadas desde China hacia almacenes de comercios electrónicos en Polonia a través de varios puntos de entrada en el territorio comunitario y después vendidas en la UE en plataformas en línea no europeas.
Las bicicletas eléctricas chinas están sujetas a medidas de defensa comercial europeas para evitar la competencia desleal, por lo que deben pagar aranceles por un 87,3 % del valor de las bicicletas cuando son importadas a la UE.
La OLAF, las autoridades aduaneras polacas y otros socios descubrieron que las 20.000 bicicletas incautadas habían sido importadas a la UE abusando de los procedimientos de tránsito comunitarios que suspenden el pago de aranceles y del IVA en el país de entrada a la UE, permitiendo que se liquiden en el Estado de destino.
Las bicicletas se introdujeron en territorio comunitario con documentación falsificada haciéndolas pasar por otros productos no sujetos a aranceles y, además, los importadores cometieron lo que se conoce como fraude del "comerciante desaparecido", por el que se cobra el IVA por la venta del producto pero el vendedor desaparece antes de pagarlo al fisco.
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La OLAF estima que esto les permitió eludir el pago de al menos ocho millones de euros en aranceles anti-dumping y cuatro millones de euros en IVA, basándose en el precio de las bicicletas y el número que fueron vendidas en las plataformas en internet.
"Los responsables de este esquema evadieron millones de euros. Su objetivo era vender las bicicletas eléctricas a consumidores de la UE en plataformas web con altos beneficios y probablemente a precios muy competitivos, algo fácil cuando eludes impuestos", dijo el director general de la OLAF, Ville Itala, en un comunicado.
El coste lo habrían pagado los contribuyentes y trabajadores europeos, cuyos trabajos se ponen en riesgo por esta competencia injusta, añadió.