La escuela de samba Mocidade quiso homenajear a este fruto rojo cuya pulpa es rica en vitamina C y que es un símbolo de la tropicalidad brasileña, optando por un tema ligero y apartándose de la corriente más política que ha marcado los carnavales de los últimos años.
"Yo quiero un puñado, sabroso y carnoso, de esos que tienen contenido, el pecado es devorar...", decía la canción que acompañaba al desfile y que se ha vuelto viral desde que se anunció.
Los asistentes la cantaban de memoria y a pleno pulmón, mientras saltaban sobre las gradas con las banderas de la escuela de samba en alto para animar a los cientos de bailarines emplumados que desfilaban ante ellos entre carrozas doradas.
El desfile dio un repaso histórico al caju, empezando por sus orígenes como fuente de vino para las tribus indígenas, que luego tuvieron que defender su territorio y sus anacardos frente a la invasión de los colonos portugueses que luego exportarían el fruto a Asia.
También recordó leyendas sobre el mayor árbol de caju del mundo, que un pescador plantó en el noreste de Brasil, y las guerras que originó, así como las apariciones que la fruta ha tenido en la música y el cine brasileños.
Elidio Fernandes, carioca de 51 años quien dijo gustar mucho de la música elegida para el desfile, fue uno de los que recorrió el sambódromo vestido de indígena y con un sombrero del que colgaba un papagayo que agarraba un caju por el pico.
"Obsesionado" por el samba, este año desfiló con seis escuelas diferentes, aunque todavía no tiene claro quién será la campeona: "Mocidade va a quedar entre las cinco primeras, pero el título no se lo va a llevar", pronosticó a EFE.
Además de Mocidade, este lunes desfilarán las carrozas de otras cinco escuelas dedicadas a una variedad de temas, desde la esclavitud a los cultos afrobrasileños.
La vencedora entre las seis de este lunes y las seis que ya desfilaron el domingo será anunciada el miércoles de ceniza, así como la que desciende a la segunda división.