Piantedosi, que era jefe de gabinete de Matteo Salvini en el momento de los hechos, fue llamado como testigo de la defensa para apoyar la gestión del entonces ministro del Interior, que está acusado de secuestro de persona y de abuso de poder, en el proceso que se celebra en Palermo (Sicilia, sur)
El actual titular de Interior del Gobierno de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró que se "clasificó el evento como de inmigración ilegal y, después de haber evaluado el comportamiento del Open Arms, iniciamos los trámites para emitir el decreto interministerial para impedir su entrada en aguas internacionales italianas", y que el entonces primer ministro, Giuseppe Conte, sabía lo que sucedía..
Afirmó que "el Open Arms pretendió inmediatamente venir a Italia" y remarcó que "España, que también había enviado un barco para recogerlos, concedió puerto seguro al Open Arms después del 15 de agosto, para nosotros fue una señal muy importante, pero la primera reacción de la ONG fue decir que no estaba en condiciones de llegar a España porque había pasado demasiado tiempo".
También explicó que se tomó en cuenta que "el riesgo potencial de la llegada de sujetos vinculados al terrorismo era cíclico y fue subrayado en los comités de orden y seguridad en los que estuvieron representantes de las fuerzas del orden y del sector de inteligencia".
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En la pasada audiencia, Salvini, actual vicepresidente del Gobierno italiano y ministro de Transportes, defendió su política migratoria alegando que defendió "la seguridad nacional" y que la compartía todo el Gobierno.
"Protegí la seguridad nacional, como lo demuestra el hecho de que al menos tres incidentes criminales en Francia, Alemania y Bélgica son atribuibles a personas que desembarcaron en Lampedusa. Al contrario de lo que algunos afirman, hubo una alarma de terrorismo", añadió.
"Fueron 19 días de angustia y sufrimiento innecesarios para las 163 personas rescatadas en el Mediterráneo por el Open Arms durante la misión 65, en agosto de 2019, 19 días antes de poder desembarcar en un puerto seguro y recibir la atención necesaria", escribió la ONG Open Arms en X.
Durante esos días se produjeron numerosas evacuaciones de migrantes por problemas sanitarios y comenzó un pulso entre las autoridades judiciales y Salvini, que siguió oponiéndose al desembarco.
Ante esta negativa, el Ejecutivo español ordenó habilitar el puerto de Algeciras y después el de Palma como destino para el Open Arms, pero la ONG rechazó la oferta por considerar inviable emprender otros cinco días de travesía e insistió en atracar en Lampedusa.
Finalmente, el fiscal de Agrigento (Sicilia), Luigi Patronaggio, atendió la demanda de la ONG y ordenó el desembarco, que se produjo en la noche del 20 de agosto y se abrió una investigación a Salvini.
