Autoridades esparcen sal en un opulento festín chino para castigar el dispendio excesivo

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Pekín, 23 feb (EFE).- Varios funcionarios de un pueblo chino fueron obligados a disculparse después de irrumpir en un banquete de celebración y esparcir sal sobre la comida para castigar el dispendio excesivo y las manifestaciones de ostentación.

Los hechos, difundidos este viernes por el diario South China Morning Post, ocurrieron el pasado 30 de enero en el pueblo de Xiaohai (provincia de Guizhou, centro), cuando una familia celebraba por todo lo alto el primer corte de pelo de un bebé, una tradición con la que se desea buena fortuna al niño, en especial en su futuro académico.

Además, se espera que los invitados a las celebraciones entreguen un sobre con dinero a la familia anfitriona.

Sin embargo, en los últimos años esta costumbre ha derivado en grandes banquetes y festines con los que las familias compiten en extravagancias, lo que ha causado críticas ciudadanas y advertencias de las autoridades.

Este recelo fue lo que llevó al vicealcalde de Xiaohai, apellidado Zhao, a acudir acompañado de varios funcionarios a un banquete para tratar de disuadir a los organizadores de que lo llevaran a cabo.

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Cuando estos se negaron, los oficiales regresaron con sacos de sal que esparcieron a puñados sobre la abundante comida que estaba lista para la celebración.

Tras lo ocurrido, el gobierno local del condado de Weining informó de que los funcionarios responsables habían sido castigados y obligados a disculparse con los afectados.

“De ahora en adelante, nuestro condado mejorará sus esfuerzos para guiar a la ciudadanía y evitar prácticas negativas y desfasadas con el fin de establecer una nueva cultura cívica”, aseguraron las autoridades locales.

El incidente también causó revuelo en las redes sociales chinas, donde los internautas mostraron reacciones divididas sobre la actuación de los funcionarios, aunque la mayoría coincidía en que era necesario acabar con las muestras exageradas de ostentación.

“Las formas de los funcionarios no fueron correctas, porque la comida ya estaba preparada y se echó a perder. En lugar de hacer eso pudieron haber pedido al anfitrión que devolviera todos los sobres rojos para que los invitados comieran gratis”, opinó un usuario.

Desde que llegó al poder hace una década, el presidente chino, Xi Jinping, ha hecho constantes llamadas a la austeridad y ha impulsado campañas para acabar con la opulencia desmedida y el desperdicio excesivo de alimentos.