El suceso ocurrió ayer en la cárcel de la localidad de Uncía, a unos 224 kilómetros al noroeste de Potosí, donde los presos aprovecharon el día de visitas para huir y que uno de los guardias se quedó dormido, explicó el director.
Limpias precisó que la mayoría de los 17 fugitivos estaban en prisión preventiva por casos de violación contra menores de edad y que solo uno cumplía sentencia.
Entre las primeras acciones está la detención de los cinco policías encargados de la seguridad en la zona de la fuga, quienes ahora deben afrontar un proceso penal por "incumplimiento de deberes y favorecimiento a la evasión" y un proceso disciplinario interno, informó.
El director de penitenciaría mencionó que se han identificado algunos cómplices entre los reclusos, por lo que también se les investiga.
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"Ha habido un silencio respecto a esta fuga masiva, ya se están identificando privados de libertad que conocían de este hecho y que no han alertado al personal de seguridad", aseguró.
Por esto, se instruyó el cambio de todo el personal de la cárcel de Uncía, que también incluye a los funcionarios administrativos, remarcó.
Asimismo, se movilizó a los comandos policiales de Potosí y los departamentos vecinos de Chuquisaca y Oruro para capturar a los prófugos.
Cuando se capture a los fugitivos, estos serán trasladados a penales de "máxima seguridad", algo que no fue previsto por las autoridades judiciales, a las que atribuyó esa responsabilidad, explicó Limpias.
Las autoridades bolivianas recordaron que esta es una de las mayores fugas en la historia del país, luego de que en 2005 alrededor de 27 reos huyeron de la cárcel de Palmasola, la más grande de Bolivia, luego de un enfrentamiento a tiros con sus custodios.
