En un comunicado tras una misión de diez días en el país, el FMI destaca que la inflación se ha ralentizado significativamente hasta el 2,6 % en febrero de 2024, en comparación con el 9 % de febrero del año pasado.

Por otro lado, advierte de que "las perspectivas económicas siguen siendo inciertas" y "una escalada de las tensiones geopolíticas podría afectar a Mauritania a través de nuevos choques en términos de intercambio".

Según la institución económica, los desastres climáticos más frecuentes podrían deteriorar la infraestructura, las tierras cultivables y la producción agrícola, y crear una inseguridad alimentaria relativamente alta.

Una gran parte de la población mauritana depende, para su sustento, de la agricultura de secano o de regadío.

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A todo ello se suman las fluctuaciones desfavorables de los precios en los mercados de materias primas, añade el FMI.