Nueva prueba para Meloni en las regionales en los Abruzos tras su derrota en Cerdeña

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Roma, 10 mar (EFE).- Las elecciones regionales de este domingo en los Abruzos (centro) suponen una nueva prueba para la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, tras sufrir en Cerdeña hace dos semanas su primera derrota desde que llegó al poder, mientras que la oposición de izquierdas, de nuevo unida, intenta aprovechar el impulso de esa inesperada victoria para repetir triunfo.

Los 1. 208. 276 ciudadanos de 305 municipios llamados a votar hoy tendrán que elegir entre el presidente saliente, el exdiputado y exsenador Marco Marsilio, de la coalición de derechas, y el economista y antiguo rector universitario Luciano D'Amico, apoyado por el centro-izquierda.

Los 1.634 colegios electorales, que abrieron a las 7.00 horas locales (6.00 GMT), cerrarán a las 23.00 horas locales (22.00GMT), cuando comenzará el recuento.

El verdadero reto será movilizar a los indecisos o potenciales abstencionistas, según coinciden todos los analistas, pues se estiman en cerca de la mitad del censo los que decidirán el resultado final. En las regionales de 2019, los votantes fueron del 53%, mientras que las últimas generales, las de 2022, el 63,99% acudió a las urnas.

La victoria en Cerdeña de Alessandra Todde, diputada del Movimiento 5 Estrellas (M5S) apoyada también por el Partido Demócrata (PD), frente al candidato del partido de Meloni, Hermanos de Italia (HdI), ha dado alas a la coalición progresista, que apunta también a aglutinar a los indecisos y provocar un nuevo golpe al Gobierno central.

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El "efecto Todde" ha encendido los ánimos de la oposición, que tiene cada vez más claro que en los Abruzos se puede jugar una baza importante para la política nacional e insiste en que una victoria de D'Amico supondría un batacazo para el Ejecutivo de la ultradechista Meloni.

La derecha, por contra, está convencida de la victoria de Marsilio, que es también un candidato del HdI de Meloni, y que considerarían resultado "histórico" al confirmar a un presidente saliente, especialmente tras la inesperada derrota sarda, la primera de la presidenta del Consejo de ministros desde que llegó al poder hace año y medio.

Tanto Meloni, como los otros dos líderes de la coalición gubernamental, Matteo Salvini (Liga) y Antonio Tajani (Forza Italia), se han implicado en la campaña, que cerraron unidos en un mitin en Pescara, donde dejaron claro que pase lo que pase la mayoría gubernamental permanecerá unida.

Pero los resultados de Abruzo pueden afectar a sus equilibrios internos, pues la ultraderechista Liga corre el riesgo de verse superada de nuevo por la conservadora Forza Italia, lo que colocaría a Salvini en una situación muy complicada a unos meses de las europeas.

También los líderes del PD, Elly Schlein, y el M5S, Giuseppe Conte, han viajado para apoyar a su candidato, D'Amico, aunque la gran estrella del final de la campaña fue Todde, la nueva y flamante presidenta de Cerdeña, que tras su sorprendente triunfo por menos de 2.000 votos se ha convertido en el símbolo de que se puede ganar a Meloni.

Un buen resultado en los Abruzos del centroizquierda, que espera recuperar terreno entre los desilusionados y los indecisos, impulsaría la unión del PD y el M5S y podría llevar a la construcción de posible coalición convertida en una alternativa de gobierno para arrebatar el poder a la derecha.