"Muchos de los que se hacen llamar de manera falsa patriotas han caído en brazos de potencias extranjeras, y aún peor, hay quienes cuentan con el apoyo de sionistas y debe aplicarse la ley (...) No sólo traicionan a su patria, lo cual es alta traición, sino también al pueblo palestino", defendió el mandatario con motivo del Día Nacional de la Independencia.
En una reunión con el ministro del Interior, Kamel Feki, y destacados responsables de seguridad, Said evocó la aplicación del artículo 60 del Código Penal que condena con pena capital- aunque existe una moratoria desde la década de los noventa- a cualquier tunecino que mantenga "servicios de inteligencia con una potencia extranjera con vistas a incitarla a emprender hostilidades contra Túnez o que proporcione los medios de cualquier manera".
"El colonialismo remoto no es menos peligroso que el colonialismo directo", insistió el jefe del Estado, que pidió reforzar los esfuerzos para luchar contra la "contaminación" provocada por "lobbies, traidores y agentes (de inteligencia)".
Said llegó al poder en 2019 y dos años más tarde, en julio de 2021, se arrogó plenos poderes. Desde entonces ha ratificado una nueva Constitución, votada en referendo popular pese a una abstención del 70 % del electorado y que impone un régimen ultrapresidencialista.
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Desde hace un año una treintena de figuras políticas, empresarios y activistas se encuentran en prisión provisional por un caso de "complot contra la seguridad del Estado" a la espera de un juicio. Aunque la ley limita esta medida a un máximo de 14 meses, los abogados de la defensa temen que se creen nuevos casos "ficticios" para prolongar de manera ilimitada su encarcelamiento.
Entre los detenidos se encuentra el constitucionalista Jaouhar Ben Mbarak, el antiguo dirigente del partido Attakatol de nacionalidad española Khayam Turki, el exdirigente del islamista Ennahda Abdelhamid Jelasi, el exministro y secretario general de Corriente Democrática, Ghazi Chaouachi; y el secretario general del Partido Republicano, Issam Chebbi.
Éste último anunció a principios de marzo su candidatura para las elecciones presidenciales que deberán celebrarse el próximo mes de septiembre aunque hasta el momento no hay fecha oficial y el dirigente no se ha pronunciado sobre un segundo mandato.
Mientras tanto, la oposición denuncia una persecución judicial y debate sobre si boicotear los comicios como ha hecho hasta ahora o presentar un candidato común para hacer frente a Said.