Así lo dijo durante una entrevista con miembros de la prensa de Uruguay enmarcada en la apertura de la sede diplomática de su país en Montevideo.
Mirzoyan advirtió de la posibilidad de que el conflicto en la región "está presente todos los días" porque, según denunció, Azerbaiyán usa "excusas" para iniciar nuevas escaladas de violencia, refiriéndose a las tensiones provocadas por el control de cuatro pueblos fronterizos controlados por Armenia y reclamados por su país vecino.
"A pesar de toda la sangre vertida en nuestro territorio estamos convencidos de que hay condiciones para establecer la paz, lamentablemente todavía hay cuestiones esenciales en las que las posturas de las partes son diferentes", explicó.
Límites territoriales claros y respeto a la soberanía
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El canciller armenio pidió el reconocimiento de la integridad territorial mutua y una delimitación de las fronteras de ambos países basada en los protocolos que once ex repúblicas socialistas -entre las que se encontraban Armenia y Azerbaiyán- firmaron en 1991 tras la disolución de la Unión Soviética.
Denunció que, aunque los dirigentes de los dos países hayan reafirmado estos acuerdos en numerosas ocasiones, cada vez que Armenia hace alusión a este punto durante las negociaciones de paz, Azerbaiyán lo niega, lo que convence a su Gobierno de que tiene "otras pretensiones" respecto a los territorios soberanos armenios.
Mirzoyan también criticó la pretensión azerbaiyana de establecer una conexión férrea entre las dos regiones del país a través de territorio armenio con presencia de tropas rusas y sin controles aduaneros ni de migraciones.
"Nosotros estamos a favor de esta comunicación regional y lo denominamos el cruce de la paz, estamos dispuestos a garantizar su seguridad y a facilitar todo los medios necesarios, pero sin violar la soberanía armenia", detalló.
Mirar a Europa sin dañar el vínculo con Moscú
Preguntado por las alianzas geopolíticas de su país, el mandatario armenio admitió que la seguridad de Armenia estaba vinculada a Rusia y los demás miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva pero, en el contexto actual, la sociedad armenia tiene dudas respecto a este mecanismo de defensa.
Refiriéndose a los hechos del pasado septiembre, cuando Azerbaiyán se hizo con el control del enclave habitado por mayoría armenia del Nagorno Karabaj y miles de refugiados huyeron de la región por temor a una limpieza étnica, lamentó que los mecanismos de seguridad de la OTSC "no funcionasen".
Aunque negó que su país considere entrar a formar parte de la OTAN, sí admitió que Armenia está interesada en acercarse a Europa "tanto como a Europa le parezca pertinente".
"Actualmente hay una delegación de observadores internacionales europeos observando la frontera entre Armenia y Azerbaiyán y desde su establecimiento la situación es mucho menos tensa, pero vemos que esto es duramente criticado por Moscú", manifestó.
Mirzoyan subrayó los vínculos históricos, políticos y culturales unen a su país con Rusia y que Armenia no tiene intención de dañar esas relaciones, pero aclaró que sus socios deben mantener una "actitud de respeto" hacia su soberanía y autonomía política.
Relaciones cada vez más fuertes con Uruguay
El canciller armenio destacó el "vínculo cordial y cálido" que existe entre su nación y Uruguay desde que se iniciaron las relaciones diplomáticas en 1992 y agradeció el apoyo recibido desde el país sudamericano en el conflicto con Azerbaiyán.
"En un contexto mundial en el que parece ponerse en duda el derecho internacional y se impone la fuerza, es importante que pueblos amigos hagan valer el sentido de la justicia", aseguró.
Recordó que Uruguay fue el primer país del mundo en reconocer el genocidio armenio y se convirtió en "hogar" para muchos de los supervivientes, cuyos descendientes lograron ser "ciudadanos plenos" del país y participan de su vida económica, cultural y política, según Mirzoyan.
Después de valorar la inauguración de la embajada en Uruguay como "una buena base para el futuro desarrollo de las relaciones", expresó su deseo de que los comerciantes de origen armenio en el país sudamericano sirvan de "puente" para potenciar los vínculos comerciales, que en la actualidad no están tan desarrollados como los políticos y diplomáticos.
