Ma Ying-jeou vuelve a China para proteger su “legado” como expresidente taiwanés

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Javier Castro Bugarín Taipéi, 1 abr (EFE).- El exmandatario taiwanés Ma Ying-jeou (2008-2016) inició este lunes su segundo viaje a China desde que abandonó la presidencia de la isla, una visita sin mayores objetivos políticos que proteger su “legado” como expresidente.

Responsable del mayor acercamiento entre China y Taiwán desde el final de la guerra civil en 1949, el exlíder del Kuomintang (KMT, ahora en la oposición) partió hoy a Shenzhen para una gira de once días durante la que presumiblemente se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping, emulando la histórica cumbre que protagonizaron ambos líderes en Singapur en 2015.

“Este viaje es una suerte de movimiento para proteger el legado de Ma, ya que pule su marca como constructor de puentes entre los dos lados del Estrecho de Taiwán. El cálculo político a corto plazo probablemente no esté en su mente”, afirma a EFE Weng-ti Sung, experto en Taiwán de la Universidad Nacional Australiana.

Once días, varias ciudades… ¿Y una nueva reunión con Xi?

Al igual que sucedió el año pasado, Ma viajó a China en compañía de un grupo de estudiantes de la Academia Dajiu, con quienes recorrerá las provincias de Cantón (sur) y Shaanxi (nordeste) y la capital, Pekín, para participar en multitud de actividades culturales, educativas e históricas.

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La Fundación Ma Ying-jeou señaló que el exmandatario y los estudiantes permanecerán tres días en Cantón para visitar la universidad y el salón conmemorativo de Sun Yat-sen, la sede de la antigua academia militar Whampoa y empresas como Tencent y BYD, antes de poner rumbo a Shaanxi el 3 de abril.

Allí, la delegación participará en la Fiesta de Barrer las Tumbas (Qingming en mandarín), en la que los chinos acostumbran a conmemorar a seres queridos fallecidos.

Después, la comitiva pondrá rumbo a Pekín el 7 de abril para iniciar la última etapa del viaje, en la que visitarán la Universidad de Pekín, el tramo de Badaling de la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida y el Parque Olímpico, entre otros, antes de volver a Taiwán el 11 de abril.

Si bien todavía no se ha confirmado la reunión con Xi, varios medios locales taiwaneses la dan por hecho para el 8 de abril, lo que supondría el primer encuentro entre Ma y Xi tras la cumbre de Singapur de 2015.

El contexto actual, sin embargo, no podría ser más diferente al de entonces: el diálogo oficial entre Taipéi y Pekín lleva ocho años suspendido, las tensiones militares en el Estrecho de Formosa se han incrementado y las autoridades chinas han endurecido su discurso en favor de la “reunificación nacional”.

Así, el experto Weng-ti Sung ve “poco probable” que la visita contribuya a calmar los ánimos en el estrecho, especialmente a falta de sólo un mes y medio para que el presidente electo taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), considerado como un “independentista” por Pekín, asuma el cargo.

“La última visita de Ma en la primavera de 2023 no impidió que China lanzara ejercicios militares en el Estrecho de Taiwán tan sólo unos días después”, recuerda el académico.

Por su parte, el Ejecutivo isleño se ha limitado a expresar su “respeto” por el viaje del exmandatario, instándole a que mantenga una postura cautelosa en sus reuniones con funcionarios chinos.