La elección de Pellegrini como presidente refuerza al Gobierno eslovaco prorruso

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Gustavo MongePraga, 7 abr (EFE).- La elección ayer, sábado, de Peter Pellegrini como presidente de Eslovaquia, cargo que asumirá el 15 de junio, ha sido un espaldarazo para el Gobierno de populistas de izquierda y ultranacionalistas, que ha adoptado posiciones que favorecen a Rusia desde que asumió el poder en el pasado otoño.

Pellegrini, que no ha cuestionado nunca el encuadre de su país en la UE y la OTAN preside la formación Hlas (La Voz), integrante de la coalición y que deberá ahora abandonar por la neutralidad que exige su cargo.

Tras su elección, que augura un período de bonanza para el Ejecutivo, Pellegrini ha repetido que apoyará al primer ministro, Robert Fico, su antiguo mentor, en su programa de gobierno que, promete, mejorará la situación de las clases más desfavorecidas y el medio rural en un país golpeado por la inflación y la caída del poder adquisitivo.

De momento, el Ejecutivo ya ha concedido a los jubilados su decimotercera pensión.

Otro desafío es resolver los desequilibrios regionales y subsanar los efectos de una gestión errática en la pasada coalición de centro derecha y que dejó las finanzas públicas en estado crítico, con el mayor déficit fiscal de la UE y la necesidad de pedir préstamos a altos tipos de interés.

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El Gobierno combina en su programa ciertas políticas de izquierda, como un impuesto a los bancos o un salario mínimo vital, con aspectos más conservadores, como su oposición al matrimonio del mismo sexo, un debate que Pellegrini ha declarado que no está dispuesto abrir.

Fico también ha desarrollado posturas contraria a la inmigración y críticas con la UE, que le cercan al primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán.

Tanto Hlas como Smer, el partido de Fico, han sido suspendidos del grupo de los socialdemócratas europeos por pactar un Gobierno con el ultranacionalista SNS.

Elevada legitimidad

La participación electoral del 61 por ciento, casi 20 puntos más que en 2019, ha dado, según el sociólogo Jakub Hankovsky, una “alta legitimidad” al ganador.

Unos comicios que los analistas consideraron como un plebiscito sobre el Gobierno y de los que éste ha salido reforzado, a pesar de las multitudinarias protestas que la oposición progresista y liberal ha promovido en las calles desde que la coalición asumió el poder el pasado otoño.

Ucrania en el debate

Mantener a Eslovaquia al margen de la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania ha sido el lema que más ha resonado durante la campaña.

Al llegar al poder, Fico detuvo el hasta entones decidido apoyo militar de Eslovaquia a Ucrania, que incluyó sistemas de defensa antiaérea S-300 y cazas supersónicos Mig-59.

“El 60 por ciento de la gente teme que el envío de armas arrastre al país a la guerra”, recordó Hankovsky en el diario Pravda, algo que Pellegrini ha aprovechado postulándose como un presidente de la "paz" y dispuesto a negociar con Rusia el fin de la guerra, incluso si Ucrania debe renunciar al territorio conquistado durante la invasión.

El presidente electo coincide con el Gobierno en oponerse a la entrada de Ucrania en la OTAN.

“Creo que las matanzas deben detenerse inmediatamente y luego se deben tomar medidas. Es una tragedia absoluta sólo apoyar un conflicto militar que no ha dado ningún resultado en dos años y que ha dejado decenas de miles de muertos a nuestras espaldas", afirmó este domingo.

Pellegrini sí ha denunciado la ilegalidad de la anexión de la península ucraniana de Crimea por Rusia en 2014.

Estado de derecho

Algunos analistas temen que la victoria de Pellegrini refuerce la brecha abierta por el Gobierno en temas como la justicia, con la reforma del código penal -suspendida cautelarmente por el Tribunal Constitucional-, o la tensión con los medios de comunicación e intento de control del ente público RTVS.

Son medidas que la oposición denuncia han servido para indultar o amnistiar a oligarcas afectos al poder, y que han generado protestas multitudinarias en las calles por el temor a que se vulnere el estado de derecho en Eslovaquia.

Algo que continuará, según el politólogo Radoslav Štefančík, con la elección de Pellegrini como jefe del Estado.

"Supongo que después del 15 de junio comenzará una demolición más cómoda para la coalición de Gobierno de los últimos principios del Estado de derecho y de la democracia liberal”, ha dicho Štefančík.