Las fuerzas antijunta birmanas continúan la ofensiva en zona fronteriza con Tailandia

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Bangkok, 10 abr (EFE).- La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional Karen, con apoyo de milicias rebeldes, intensificó este miércoles los combates contra las fuerzas de la junta militar cerca de la ciudad de Myawaddy, fronteriza con Tailandia.

Un residente de la localidad indicó al portal birmano Irrawaddy que el Ejército estaba usando aviones de combate para bombardear las áreas en torno a la localidad, que está prácticamente bajo el control de la guerrilla karen.

La guerrilla karen, apoyada por efectivos de las Fuerzas de Defensa del Pueblo del democrático Gobierno de Unidad Nacional (NUG, en sus siglas en inglés), inició el martes por la tarde la ofensiva contra un campamento militar cerca de Myawaddy, que comparte frontera con la ciudad tailandesa de Mae Sot.

Las autoridades tailandesas han desplegado a efectivos militares cerca de la frontera debido a los combates.

Por este puesto fronterizo, uno de los más importantes entre ambos países, pasaron en 2023 bienes valorados en unos 1.100 millones de dólares (más de 1.010 millones de euros).

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El pasado viernes la guerrilla karen y las milicias del NUG afirmaron que habían tomado un importante destacamento militar cerca de Myawaddy, lo que provocó la rendición de más de 600 soldados y sus familiares que cruzaron a Tailandia.

El régimen birmano pidió permiso a Tailandia para enviar varios aviones para recoger a los soldados y sus familiares, pero sólo llegó un avión a Tailandia el domingo y regresó más tarde sin ningún pasajero, según aseguró el Ministerio de Exteriores tailandés.

En los últimos meses la junta militar ha perdido el control de ciudades fronterizas con China e India a raíz de la ofensiva de varios grupos armados opositores, lo que se ha traducido como un signo de aparente vulnerabilidad del poderoso Ejército birmano desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero de 2021.

La sublevación castrense acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con más 4.800 muertos y 20.000 detenidos a manos de las fuerzas del régimen, según la Asociación para la Asistencia de Prisioneros Políticos (AAPP).

El Ejército justificó el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales de noviembre de 2020, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Aung San Suu Kyi -encarcelada a raíz de la asonada- arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.