El sentenciado, Sun Yunliang, que ocupó como máximo cargo la vicepresidencia del Comité Provincial del principal órgano consultivo del país asiático, abusó de su poder en las varias responsabilidades que desempeñó entre 1997 y 2022, según la Corte Popular Intermedia de la provincia de Hebei (norte), citada por la agencia oficial Xinhua.
De acuerdo a la sentencia, Sun se valió de su poder e influencia para ayudar a particulares y organizaciones en asuntos como la confiscación de tierras y la consecución de préstamos bancarios, a cambio de lo cual recibió dinero y regalos por valor de 159 millones de yuanes (22 millones de dólares, 20,5 millones de euros).
Además, la Corte consideró probado que entre 2018 y 2022 el exdirigente empleó su cargo para obtener beneficios para terceros en operaciones de negocios y litigios civiles, aceptando a cambio pagos valorados en 28,16 millones de yuanes (3,9 millones de dólares, 3,6 millones de euros).
Además de la condena a muerte en suspenso, Sun ha perdido sus derechos políticos de por vida y todos sus bienes materiales serán confiscados.
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Este tipo de sentencia, con penas de muerte suspendidas, es relativamente frecuente en el gigante asiático en casos de corrupción y supone que, si el reo no comete nuevos delitos y tiene un comportamiento adecuado durante el periodo en el que está vigente la suspensión, puede ver su pena conmutada a cadena perpetua.
Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente de China, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que varios altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.
Si bien esta campaña, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales o críticos.
China sancionó a 610.000 funcionarios por corrupción en 2023, según datos de la Comisión Central de Disciplina y Supervisión del Partido Comunista de China (PCCh), el brazo anticorrupción del partido gobernante.