El primer ministro, Kamel Maddouri, celebró un consejo ministerial restringido junto a los responsables de Interior, Sanidad, Agricultura y Recursos Hídricos para abordar este tema y "proporcionar todos los recursos logísticos, materiales y humanos para reforzar las medidas adoptadas", señaló Presidencia de Gobierno en un comunicado.
El Ejecutivo aprobó la creación de una unidad de crisis dentro del Departamento de Sanidad, poniendo a disposición de la ciudadanía una línea de teléfono gratuita de ayuda. También acordó el desarrollo de un marco legal sobre la tenencia de animales y razas peligrosas, el lanzamiento de una campaña nacional de vacunación, involucrando a veterinarios y médicos del sector privado, y, la eliminación de los basureros anárquicos, así como la mejora del medio ambiente.
Desde hace meses el presidente del Colegio de Veterinarios de Túnez, Ahmed Rejeb, alertó en la prensa local de la situación extrema debido a la multiplicación de perros y gatos callejeros, por lo que pidió a la ciudadanía aumentar las precauciones.
En los últimos años los activistas de la causa animal y los escasos refugios que existen en el país- todos de iniciativa privada- denuncian la ausencia de un marco legal de protección y señalan que las campañas de matanzas no son la solución mientras algunos ayuntamientos apuestan por su vacunación y esterilización aunque disponen de recursos muy limitados.
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Esta es una de las primeras medidas de Maddouri tras su nombramiento el pasado 7 de agosto por el presidente Kais Said, que tres meses antes le había encargado la cartera de Asuntos Sociales, sustituyendo a Ahmed Hachani, que ocupó el cargo durante apenas un año.