"Este evento lo hemos preparado con mucha ilusión y la convicción de que vamos a ofrecer un espectáculo, para empezar, para la gente de la ciudad de Barcelona, que va a poder ver en vivo uno de los acontecimientos deportivos más importantes del mundo", ha explicado Collboni en una entrevista con EFE, en el arranque de una competición con audiencias de más de mil millones de personas.
Collboni tiene claro que la última vez que se hizo algo de esta magnitud fue con los Juegos Olímpicos de 1992, "pero es verdad que en los últimos años mucha gente se había vuelto a desenganchar de los espacios del litoral que ahora estamos recuperando, como el Port Olímpic, que en un tiempo récord hemos dejado listo para la Copa del América".
"Pero también de espacios del puerto de Barcelona, de las plazas, de los paseos, de las playas, que estamos recuperando como un espacio visitable, más utilizable por la ciudadanía, y donde la Copa del América va a ser así el gran argumento para volver a bajar a la playa. Y ese ha sido el gran motor de por qué una competición de mar en Barcelona y por qué una competición como la Copa", ha abundado.
Un nuevo skyline de la ciudad
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Collboni rememora que este es un evento que se preparó en su día "justo cuando salíamos de la pandemia, porque queríamos que la ciudad volviera a proyectarse en positivo a nivel internacional y a ofrecer una imagen positiva, y yo diría incluso nueva, porque la novedad va a ser, desde el punto de vista visual, redescubrir la Barcelona del mar desde el mar".
"La imagen de los veleros con el skyline de la ciudad va a ser una imagen nueva de Barcelona que esperemos que, para empezar, guste a nuestros conciudadanos y conciudadanas y ofrezca esa imagen positiva al mundo", ha agregado.
Para el alcalde barcelonés, también es importante el "gran mensaje" que da Barcelona a partir de hoy a nivel nacional e internacional; "los valores que tiene la ciudad de Barcelona y que se añaden con esta Copa del América".
"Esta Copa del América no va a ser como las que se han visto en el pasado porque tiene algunas características muy propias. Es la primera edición con equipos femeninos, con cero emisiones en toda la movilidad marítima y también en el entorno de la competición. Es una competición que desarrolla una programación cultural, de lo que Barcelona es desde el punto de vista cultural y gastronómico".
Y añade: "Tenemos 2.300 voluntarios y voluntarias que la Copa del América no tenía antes en otras ediciones, la figura del voluntario como la entendemos en Barcelona, o un programa que es 'Vive la Vela', por el cual han pasado 7.000 niños y niñas de las escuelas públicas para su bautizo de mar, con una intención de democratizar la navegación y la vela para todo el mundo de la ciudad".
El alcalde no entiende que haya más oferta en los colegios para ir a esquiar que para ir a navegar, "cuando navegar es más barato que ir a esquiar y además lo tenemos más cerca". "Es una práctica deportiva de kilómetro cero y es una práctica muy colaborativa y que nos ayuda a sensibilizar también de la importancia de la conservación del mar y de los océanos", dstaca.
Precisamente, otra de las iniciativas propias de esta competición de Copa América ha sido la recuperación del fondo marino, con arrecifes artificiales delante de los espigones para que se fije vida subacuática.
Con todo ello, el alcalde espera "reenamorar al barcelonés" en su relación con el mar y a la vez "expresar los valores de la ciudad".