En un comunicado, el Ministerio de Exteriores egipcio señaló que sigue con "extrema preocupación" la escalada en el frente libanés e insistió en que es urgente "un alto el fuego global y poner fin a la guerra actual en la Franja de Gaza para evitar más factores de inestabilidad y amenaza a la paz y seguridad internacionales".
En ese sentido, El Cairo, que precisamente este domingo acoge una reunión de negociadores para una tregua entre Israel y Hamás con presencia de representantes del gobierno de Benjamín Netanyahu, Catar y EE.UU, además de Egipto, señaló que lo sucedido en la jornada de hoy es un "indicio claro" de las consecuencias de la "escalada irresponsable en la zona" causada por "los desarrollos de la crisis de Gaza y las agresiones israelíes contra el pueblo palestino en la Franja".
Así, el país árabe pidió que se respete la soberanía de Líbano y evitar el peligro de que "la zona resbale hacia un estado de inestabilidad global".
Egipto pidió también que los esfuerzos internacionales se unan para "reducir la tensión" y trabajar "por ratificar la distensión y contener la escalada".
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Esta madrugada Israel bombardeó intensamente el sur del Líbano con más de 100 aviones de combate para frustrar un "ataque inminente" de Hizbulá hacia objetivos en el interior del país, mientras el grupo chií anunció haber lanzado más de 300 proyectiles hacia territorio israelí, en lo que constituye la mayor escalada bélica entre las partes en casi dos décadas.
Hizbulá, afín a Irán, dijo haber atacado once cuarteles, baterías y emplazamientos militares de Israel más de 320 proyectiles y drones como venganza por el asesinato de su máximo comandante militar, Fuad Shukr, el 30 de julio en Beirut, una represalia que "fue completada y lograda por hoy".
Los bombardeos israelíes han causado de momento tres muertos -uno es un miliciano del grupo chií Amal- en el sur de Líbano, donde se espera por la tarde una alocución del líder de Hizbulá, Hasán Nasrallah.
El Ejército israelí detectó alrededor de 210 cohetes y unos 20 drones explosivos lanzados por Hizbulá hacia el norte de Israel, donde impactaron algunos proyectiles causando daños leves, aunque la mayoría fueron interceptados.
De momento, la violencia en la frontera de Israel y Líbano es la más grave desde el conflicto de 2006 y se ha cobrado la vida de más de 630 personas, la mayoría de lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 400 bajas.
Los ataques del Ejército israelí también han causado la muerte de unos 125 civiles libaneses.
En Israel han muerto 49 personas en el norte: 23 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores en el ataque en la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados a finales de julio.
