“El señor presidente, consultó conmigo para elegir a los ministros. Aprobé algunos e insistí en otros, y a muchos no los conocía y no tenía opinión sobre ellos”, afirmó Jameneí en la primera reunión que mantiene con el nuevo Gobierno iraní, según informó la agencia estatal IRNA.
Pezeshkian consiguió el miércoles pasado el voto de confianza del Parlamento a todos los ministros propuestos, al asegurar que el líder supremo había dado el visto bueno a su Gabinete, reforzando quizás la teoría de que el presidente no es quien realmente manda en el país.
Ahora, en el encuentro con el Gobierno, Jameneí le ha encomendado atender las prioridades de la nación.
“Algunas de las prioridades son temas de urgencia que hay que resolverlas de una manera adecuada en la sociedad, como el caso de los altos precios y la inflación, etc.”, sostuvo la máxima autoridad del país.
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Según el nuevo ministro iraní de Economía, Abdolnaser Hemmati, el Gobierno de Pezeshkian ha tomado las riendas del país con una inflación del 35 %, registrada bajo la administración de su antecesor, Ebrahim Raisí, fallecido en un accidente aéreo en mayo pasado.
Pero, además de los problemas económicos, la principal preocupación de la mayoría de los votantes en las últimas elecciones, Pezeshkian se enfrenta a otros retos como el descontento de la población por la falta de libertades, las tensiones en Oriente Medio, y la mala relación con Estados Unidos y Europa, por el apoyo de Teherán a Rusia y por su programa nuclear.